Dakota
Editora.2016.120 pp.
¿Quién es Carmen? ¿Qué representa Carmen? La primera novela del
escritor brasileño Joao Paulo Cuenca (Rio de Janeiro, 1978) es una exploración
del cuerpo como territorio donde se encuentran nuestros males y peores defectos,
pero también el deseo y la adicción. Una forma de escribir sobre una ciudad,
Copacabana, desde una óptica distinta. Donde prima lo sucio, lo oscuro, aquello
que no se muestra a simple vista o se trata de esconder. Los elementos que
escapan de la “mirada oficial” son recogidos por Cuenca para conformar una
propuesta estética, original e interesante, que lleva al lector a reflexionar
sobre el valor de la experiencia y la trascendencia de ciertos acontecimientos.
Cuerpo presente está estructurada por capítulos breves (numerados
siguiendo una progresión de números primos hasta el 283) y cuatro que
corresponden que corresponden a “Carmen” y “Alberto”, o ambos, los dos
personajes protagonistas además del “narrador”. La ausencia u omisión de
capítulos con número par puede representar la imposibilidad de recordar y
plasmar todo aquello que se quiere decir.
No hay una trama continua o una línea de tiempo definida. Son huellas o
rastros los que han quedado. Elementos de un conjunto más amplio que no termina
de revelarse. Y es así que el lector va haciéndose la idea que lo que se cuenta
es sólo una parte de un engranaje mayor a pesar que “el narrador” intenta
sortear los límites y las posibilidades que brindar la escritura en su intento
de representatividad.
Los personajes mencionados
intercambian roles en todo momento al igual que la jerarquía existente, fragmento a fragmento, lo cual habla de la
inestabilidad contemporánea y la durabilidad de los vínculos humanos. Y entre esos
vínculos está el amor y el deseo, pues también se puede calificar Cuerpo presente como una retorcida
historia de amor en la que el nombre de Carmen, el ser amado, es capaz de
evocar las más grandes pasiones fungiendo de motor del universo del narrador,
multiplicando su existencia a todos los espacios mentales posibles y siendo la
causa de la obsesión por apropiarse de ello.
Dakota Editora ha tenido un gran
acierto al rescatar y traducir la primera novela de Cuenca (publicada
originalmente en 2003), de quien sólo se podía hallar en español “El único
final feliz para una historia de amor es un accidente”, editada por Lengua de
Trapo hace algunos años. Es la muestra de una apuesta que logra evadir la
imagen caricaturesca que tenemos de ese Brasil urbano, de favelas y playas de
lujo, o el simple contraste entre la violencia delincuencial y la felicidad
carnavalesca. Cuenca explora territorios más sórdidos y oscuros, lleno de
perversiones y tabúes, intentado agotar la capacidad de la ficción y el texto,
para aproximarse a “lo real”. Es un mundo sucio donde lo único que permanecerá
será Carmen o la idea que tenemos de Carmen. ¿Es posible contar una historia? termina
siendo la pregunta con la que nos quedamos los lectores de este libro, una que
nunca termina de responderse.
+Sobre el autor:
Nació en Rio de Janeiro en 1978. Es autor de las novelas "O dia Mastroiani" (2003), "El único final feliz para una historia de amor es un accidente" (2010), editada en castellano por Lengua de Trapo, y "Descubrí que estaba muerto" (2015). Sus libros fueron traducidos a ocho idiomas. En 2007, fue seleccionado por el Festival de Hay como uno de los 39 autores jovenes más destacados de America Latina y en 2012 fue elegido por la revista británica Granta como uno de los 20 mejores escritores brasileros menores de 40 años. Escribe crónicas semanales para diarios brasileros desde 2003 y actualmente es columinista de Folha de São Paulo. Sus crónicas fueron reunidas en la antologia "A última madrugada" (2012). Su primer largometraje, "A morte de J. P. Cuenca, fue seleccionado por festivales internacionales como CPH:DOX (Dinamarca), Punto de Vista (España) y BAFICI (Argentina). Cuerpo presente (2003) fue su primera novela.