"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra
"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet
"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki
jueves, 24 de marzo de 2016
"Cinco esquinas" de Mario Vargas Llosa
martes, 8 de marzo de 2016
"Todos deberíamos ser feministas" de Chimamanda Ngozi Adichie
Surge la pregunta de toda la vida entonces: ¿son los hombres iguales a las mujeres? Si nos limitamos a lo físico pues no, eso es algo evidente. Pero una mujer sí puede ser igual de inteligente, innovadora y creativa. Es ahí, donde no debería calar este paradigma de diferencia. Pienso en un caso específico: el campo literario. Una amiga escritora se ponía furiosa cuando se enteraba de la realización de una charla o mesa redonda sobre "temas literarios femeninos". Su rabia era justificada. Dichos eventos venían acompañado incluso de campañas sobre"libros para mujeres", "regálale a ella un libro romántico", entre otros.¿Por qué una escritora tenía que aceptar que se la encasille dentro de un tema, aceptando la idea de que sólo puede debatir sobre un número limitado de temas? Una buena autora es capaz de escribir y/o debatir sobre política, economía, sociología y demás temas que le plazca.El problema no radica sólo en los hombres que proponen este tipo de eventos, sino en las mujeres que aceptan participar en ellos. La calidad literaria no debe medirse por el género. Y acá no quiero dejar pasar a aquellas escritoras que publican bodrios y que luego no aceptan críticas amparándose en que es estas son "machistas". Ese es el peor tipo de daño a mi parecer: exigir complacencia. Lo que se pide es equidad. ¿Mendigar por pena?No. Y ya, yendo más allá de lo literario, esto es algo que abarca mucho más campos.¿ Por qué hay cuestiones morales que generan más escándalo si las realiza una mujer? ¿Hay algo que justifique mayor ensañamiento social si lo hace una mujer o un hombre?¿Cómo se cambia eso?
Ngozi dice que para cambiar dicha situación, debe haber una buena dosis de rabia bien canalizada. Ganas de cambiar lo erróneamente establecido que lleven a acciones verdaderamente efectivas. No con discursos vacíos, hechos para ganar aplausos en las redes sociales (el grueso del problema no está en sus contactos de Facebook). Tampoco con hechos pomposos como aquellas alfombras humanas de mujeres vestidas de rojo con las que más de uno se debe haber topado por las calles de su ciudad. No. El verdadero cambio viene con acciones que ataquen el problema de raíz: la transformación de las mentalidades que se empiezan a desarrollar,tanto de hombres como mujeres, cuando estos son niños. Mujeres que sepan hacer valer sus derechos y no agachen la cabeza frente a un evidente acto discriminatorio (o que acepten un trato de seres "vulnerables"), y hombres que cuestionen la cultura machista con la que han crecido. No es gratuita la mención de experiencias personales de la autora en el libro.El problema parte siempre de un daño individual, que en conjunto termina siendo algo social. Algo micro que termina originando algo macro.No quiero decir que no existan políticas públicas que ayuden a solucionar este problema, pero sí que estás no tendrán asidero mientras que cada uno no cambie su manera de pensar. Eso es lo difícil y allí está el verdadero problema. Y repito: no es sólo tarea de ellas.