Soy un monstruo dice la protagonista de Doble , el tercer relato del libro, y la afirmación no es casual.
Los personajes que pueblan este volumen se sienten como monstruos, incapaces de
controlar sus impulsos y pensamientos más sórdidos. Aixa de la Cruz (Bilbao,
1988) hurga en el lado más violento de los seres humanos, ya sea en su forma
más explícita como en la más sutil, en las siete historias que conforman este
libro, que ya anuncia desde el título, el peligro de sucumbir a nuestro lado
más salvaje, tóxico y nefasto.
El primer relato nos muestra a una joven estudiante becada
española quien nos narra su estadía en Montreal, donde tiene que lidiar con el
control de la ira mientras escribe un guión para una compañía de teatro local.
Allí se obsesionará de manera peligrosa con la actriz principal de su obra,
Carla, quien ha empezado a imitarla de
manera sospechosa, luego de obtener el papel protagónico. Esta obsesión, sexual
y desquiciada, respondida de manera ambigua,
desembocará entre otras cosas, en perversos experimentos que realizará
la dramaturga con su gato buscando explorar el funcionamiento interno de las cosas, argumentando que no le bastan
las explicaciones teóricas. Un empirismo radical que pone en marcha una espiral
de maldad y locura que tendrá como consecuencia un crimen y la cristalización
de una personalidad insensible a más no poder, desvaneciendo cualquier sentimiento
de compasión.
La maldad
que se encuentra presente en el internet, y la que se genera a partir de las
redes sociales que habitan en esta, no le es ajena a Aixa de la Cruz en El cielo de Bilbao, uno de los cuentos
más resaltantes del conjunto. El
protagonista de esta historia, ya adulto, rememora su adolescencia y la de sus
mediocres amigos, a inicios de la década pasada, caracterizada tanto por la
presencia de las acciones de ETA y el atentado de las Torres Gemelas, como por la efervescencia del Messenger de
Windows, los juegos de rol como el Counter Strike practicados en cibercafés, y
el bullying virtual. Será este último que, llevado al extremo, marcará un antes
y un después para la collera. Ese paso desgarrador de la juventud a la adultez
es diseccionado de buena manera, exponiendo incluso cómo la atmósfera del siglo
XXI es un elemento clave en la indolencia de las nuevas generaciones. En Abu Ghraib, la autora ironiza sobre la
efímera y desechable fama de una otrora cantante juvenil y cómo ésta, ya mayor,
se adentra en el mundo de la tortura a raíz del uso de uno de sus antiguos
hits. Un relato de horror y fatalidad, cubierto de un hálito de humor negro que
se inserta de buena manera como contrapeso. Destaco también Romperse, el cual narra la visión
masculina de la anorexia, la adicción a la figura física perfecta y cómo la
rutina del gimnasio puede entrar, en muchos casos, dentro del conjunto de los
vicios modernos. Una interesante manera de abordar un tema que en otras manos
no pasaría de ser un simple hecho curioso y que en Aixa de la Cruz encuentra
una densidad única.
Hay lugar
también para la experimentación narrativa, como en Doble, donde se juega a contar dos versiones de una misma historia,
situados ambos textos juntos en dos columnas de la misma página. Ambas
comienzan narrando la vuelta desde Londres de una joven toxicómana a su hogar
en España demostrando que, a pesar del hecho extraordinario como lo pudo ser el
desmoronamiento mortal o no de un hombre y el curso de acciones que se puedan
derivar a partir de ello, el destino parecer ser irremediablemente el mismo. Original
manera de evocar las tragedias griegas. Menores en contraste con los cuentos
mencionados, resultan True Milk (una
parodia de la serie americana, con una visión irónica de la maternidad) y Famous Blue Raincoat (un spin off de
la canción de Leonard Cohen), tal vez
porque la extensión de los relatos, breves, no le permite perfilar a sus personajes
como en los otros cuentos.
El
acercamiento psicológico a la violencia cotidiana y a lo más oscuro de nuestra
naturaleza, realizado con una estética muy particular hacen de este libro, uno
muy recomendable. Una autora a tener en cuenta.
+Sobre la autora:
(Bilbao, 1988) es autora de las novelas Cuando fuimos los mejores(Almuzara, 2007) y De música ligera (451 Editores, 2009), ambas finalistas del Premio Euskadi de Literatura. También ha colaborado en diversas antologías de cuento como Última temporada (Lengua de Trapo, 2013), Bajo treinta (Salto de página, 2013) y Best European Fiction 2015 (Dalkey Archive, 2014), selección en lengua inglesa de narradores europeos. Actualmente desarrolla su tesis doctoral sobre la representación de la tortura en la ficción televisiva tras el 11 de septiembre
.
(Una versión de esta reseña aparece en el portal web
Punto y Coma)
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