"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


lunes, 22 de abril de 2019

Reseña: “¿Cuánto tiempo viven los perros” de Amanda Teillery


Emecé, 2017. 148 pp.

A pesar de nunca haber tenido una mascota, no han sido pocas las veces que me he hecho la pregunta del título. La curiosidad por saber por cuánto tiempo se puede querer a otro ser demostrándole cariño de manera física es uno de los motivos, pero no el único. Subyace bajo dicha interrogante la idea de una vida acelerada como efecto de una expectativa de vida mucho menor a la de un ser humano promedio y en la que cada experiencia sensorial, aún la más pequeña, guarda en sí el potencial de volverse un hecho relevante, para bien o (sobre todo) para mal, motivando “una ansiedad extraña y obsesiva por el paso del tiempo” (pág. 13) como la que acompaña los relatos de Amanda Teillery (Santiago, 1995), grato debut narrativo en el que los pequeños detalles como una mirada, una sonrisa o unas lágrimas, pueden ser el síntoma de tragedias imparables.

Compuesto por nueve historias, el primer libro de esta autora chilena se enfoca en la maleabilidad del tiempo reflejada en el sufrimiento de la espera interminable, el olvido imposible, el rechazo tajante y la violencia inminente. Jóvenes que buscan con ansias aquel refugio idealizado llamado “adultez” y adultos que no lo han encontrado aún, los protagonistas de la historia de Teillery lidian con la frustración de imaginar escenarios alternativos en los que las decisiones que tomaron los hubieran llevado a una vida más llevadera, “tímidos sueños en que las cosas hubieran resultados diferentes” (pág.45)



Uno de los mejores cuentos del volumen, llamado “Pokemon”, que aborda el horror del momento previo a una violación sexual, muestra en pocas páginas cómo la oscuridad se va cerniendo sobre unas muchachas que buscan eludir la decepción de una noche de fiesta, motivada por una sociedad que impone a todos sus integrantes una madurez exenta de reflexión y pausa, donde la rapidez es el único atributo destacado, ya sea para ser aceptado por los dominadores del círculo en el que uno se relaciona a diario, ya sea la escuela como en “Hazte hombre”, una lectura distinta del clásico tópico del debut sexual masculino; los círculos amicales en “Nunca más vamos a hablar de esto” (tristísimo y estremecedor final), o la familia, esa vieja institución familiar, cuyos esquemas obsoletos sobre quien debe atraer o no a una niña pueden llevar a problemas de socialización en “Marina y yo”

En justamente en ese último cuento se hace explícita una de las ideas de la literatura de Teillery. “La había descubierto. Debajo de la Mariana que parecía ya saberlo todo sobre la vida, se escondía otra; pequeña, insegura y confundida. Finalmente, y a pesar de todo lo que yo había pensado, Marina era como todo el mundo.” (Pág. 138) La paradoja de ser diferente al resto y aun así estar siempre expuesto a padecer los males de cualquiera. Importan la edad, el contexto social y económico, las personas que lo rodean a uno-.Sí.  Y aún con dichos factores tomados en cuenta, nunca se puede descartar ninguna tragedia, y los roles que uno cree inalterables pueden mutar de un día para otro, como en “Como los adultos” o el relato que presta su título al libro.  Y por eso los lectores siempre acudimos a la ficción como la joven protagonista de “Teléfono” que crea una historia alterna para su madre enferma. Para dotar de un matiz distinto nuestras vidas y soportar esa cosa terrible llamada realidad.

(Texto publicado originalmente en el portal web "Punto y Coma")

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