Mariajosé Fernández-Plenge siguió la carrera de Comunicación y Medios Audiovisuales en Lima pero siempre quizo hacer fotografía por lo que decidió aplicar al International Center of Photography (ICP).Trabajó allí como Teaching Assistant hasta el día de hoy, que se muda a Madrid para llevar un curso de fotografía y psicología en el EFTI.
En Nueva York ha expuesto en el International Center of Photography y hace unas semanas inauguró su primera muestra individual "This is Not a Cushion" en SoAM (Brooklyn, NY). Fue parte este año del Bushwick Open Studios (22-24 de Septiembre), donde también fue seleccionada para la muestra colectiva "Seeking Space" en Beyond Studios. Pudimos conversar sobre todo ello en la siguiente entrevista.
Revisando tu biografía, un paso importante sin duda en tu trayectoria es tu estadía en el International Center of Photography(ICP). ¿Qué tan decisiva fue esta institución en tu vocación? ¿Qué nuevas perspectivas te permitió explorar?
- © Mariajosé Fernández-Plenge. Parte de la serie Small Obsessions, 2016
Muy importante. Siempre he querido hacer fotografía pero ICP fue muy importante para llegar a donde estoy ahora, y creo que lo será a futuro. Es una comunidad de la que agradezco mucho ser parte, un grupo de fotógrafos y artistas visuales que han sido un gran apoyo en muchos sentidos.
Hice el programa de Fotografía Documental y Fotoperiodismo y en el camino me fui dando cuenta que quería hacer otro tipo de trabajo: me interesaban las ideas más que las noticias. Busqué llevar cursos de otros programas que me dieran herramientas para crear algo diferente. Mi proyecto final, Small Obsessions, terminó siendo de fotografías de objetos, en formato grande (4x5) y a color. El proyecto busca explorar la línea tan delgada que existe entre pensar que estamos obsesionados con algo y tener una obsesión que se convierte una enfermedad diagnosticada (transtorno obsesivo compulsivo, ansiedad generalizada, anorexia, entre otros). Estaba documentando pero no encajaba con el perfil del fotoperiodismo clásico que se hacía en ICP.
Antes de empezar el programa documentaba la vida diaria, muy diferente a lo que terminé haciendo a final de año. Pasé de caminar en la calle con una cámara fotografiando lo que me era instintivo, a estar en un estudio armando un set de iluminación para fotografiar un objeto que no está en movimiento. El opuesto completo.
- © Mariajosé Fernández-Plenge. Parte de la serie This is Not a Cushion, 2014
Veo que hay un interés tuyo por tomar elementos de otros campos, como la psicología. ¿Cómo se complementa ello con la fotografía? ¿Cómo impacta en tu proceso creativo?
Me interesa mucho la psicología pero creo que no había tomado consciencia de ello hasta hace dos años. Cuando estuve estudiando pasé por muchos temas antes de elegir el del proyecto final. La mayoría eran periodísticos y venían de alguna noticia que había leído o visto en televisión, pero sentía que no eran auténticos con lo que me interesaba. Finalmente me tocó ser sincera conmigo misma y pensar qué me interesa, y por qué. La respuesta inmediata fue la obsesión, porque creo que yo misma puedo ser una persona muy obsesiva.
Creo que no sólo impactó mi proceso creativo, sino que lo definió. Tuve una idea, investigué sobre el tema, y luego tuve que hacer una propuesta visual que fue lo más difícil. Cuando tuve claras las primeras imágenes fue una gran experiencia conversar con cada persona que formó parte del proyecto.Me acuerdo que cuando recién llegamos a clase el primer día, una profesora nos dijo que los estudiantes del programa de fotografía documental siempre quieren contar historias de otros pero que para eso hay que hablar primero de uno mismo. Tenía razón.
Inauguraste tu primera muestra individual hace poco, llamada, “This is Not a Cushion" en SoAM (Brooklyn, NY) sobre nuestra relación compleja con la memoria. ¿Cuál es tu percepción sobre nuestra capacidad de registrar e interiorizar una experiencia en esta era de la sobreinformación? ¿Llegaremos a estar agotados de memoria y escasos de experiencias?
- © Mariajosé Fernández-Plenge. Parte de la serie Small Obsessions, 2016
This is Not a Cushion es un proyecto que hice en un viaje de tres meses, antes de mudarme a Nueva York. Habla sobre la memoria y la percepción. Sobre la memoria, porque son esas imágenes las que recuerdo de ese viaje, y no ya las experiencias en sí. Y sobre la percepción a partir de un estado mental-emocional porque estaba pasando por un momento difícil y como consecuencia el grupo de fotografías que definen esos meses tienen una estética en común: cielos nublados, personajes sin rostro, objetos que hablan. Son escenas de la vida cotidiana a las que decidí apuntar el lente de la cámara en ese momento y que ahora ya no puedo ver, pues ya no siento/pienso igual que en esa época. Es una exploración de cómo a partir de un estado específico vemos el mundo de una forma u otra.
Creo que la información y las imágenes no son memoria, sino más bien en algunos casos – cada vez menos - un instrumento para ayudarnos a recordar. Alguna vez he visto una foto en la que salía sonriendo y he podido recordar que en ese momento no era feliz: sonreí para la fotografía. Una imagen es siempre subjetiva.
Dicho esto, pienso que lo más delicioso es recordar sensaciones. Si una imagen nos ayuda a volver a sentir lo que en ese momento, esa es la que debemos guardar. Cada vez se hace más difícil acercarse al recuerdo pues hay un esfuerzo constante por mostrar que somos felices, que nos va bien, que nos veíamos bien, que tuvimos logros, y ahí es cuando, creo yo, se pierde mucho.
Este 2017 se cumplieron cien años de la irrupción de Marcel Duchamp en la historia del arte contemporáneo y sus ready-made, haciendo inevitable pensar en tu proyecto “Small Obsessions” y la relación entre objeto, industria y la experiencia artística. ¿Cómo se mezcla ello con la obsesión? ¿Cómo fue este proceso?
- © Mariajosé Fernández-Plenge. Parte de la serie This is Not a Cushion, 2014
Es curioso que me hagas esta pregunta porque Duchamp es un artista que tengo muy presente pero que no tuve como referencia consciente para Small Obsessions. El proceso fue muy diferente, empezando con fotografías de los objetos en su contexto, y poco a poco aislándolos para llegar a una estética casi clínica, sobre ese fondo completamente blanco.
Al contrario de Duchamp no pensé en convertir un objeto en una obra de arte, y mis imágenes no buscan dar un carácter irónico al objeto, sino documentarlo: estas son las pastillas que esta persona toma todas las mañanas, esta es la pinza con la que esta otra hace sangrar sus manos. La cámara de formato grande busca darle peso al objeto, escrutinizar, documentar cada detalle con un negativo más grande como herramienta.
Creo que me es difícil contestar esta pregunta porque no pensé en el arte cuando hacía este proyecto. Tenía un seminario de edición donde la mayoría de fotógrafos llevaban alrededor de 200 imágenes que había que reducir a la selección final que contara una historia, y yo llegaba a clase con diez negativos a color de objetos.
¿Qué nuevos intereses han surgido en tu búsqueda artística? ¿Qué nuevos retos esperas afrontar?
- © Mariajosé Fernández-Plenge. Parte de la serie Small Obsessions, 2016
Este año estoy trabajando con procesos alternativos. Tengo un proyecto en el que sólo voy a usar cianotipos, aún estoy aterrizando en concepto y probando diferentes formatos. Requiere mucha paciencia porque es mi primer cuerpo de trabajo con este proceso, y también – lo más difícil – es que tengo muchas expectativas. Es muy diferente a lo que estuve haciendo antes.
Además, estoy trabajando una serie de autoretratos en foto digital y analógica. Para mí mostrarse siempre es mostrar mucho, y cuesta. Es algo que vengo haciendo hace ya dos años, es terapéutico y a la vez doloroso, creo que un aprendizaje constante.Aunque ambas propuestas son visualmente diferentes, lo esencial no cambia: mi trabajo juega con lo que parece ser, pero en realidad no es.
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