Invitada a la última edición de la Feria Internacional del Libro de Lima para presentar su novela Las constelaciones oscuras, publicada por Penguin Random House, tuve la oportunidad de conversar con la genial escritora argentina Pola Oloixarac, el último día de la Feria antes de su conversatorio con Danny Salvatierra.
Mi primera pregunta sobre un aspecto de esta nueva novela, y que también había percibido en Las teorías salvajes, era sobre la fascinación por los nerds. Ese grupo de individuos que fracasan al momento de socializar en su adolescencia y juventud, pero que al final terminan controlándolo todo de alguna u otra forma. Quería saber cuándo nace este interés ¿Fue en el colegio? ¿En la universidad? ¿Convives con ellos en el día a día?
Siempre me han gustado los nerds porque es gente que como que está un poco en el límite, ¿no?No sabes a veces si es muy inteligente o muy tonta (risas). Pero hay una evolución curiosa. Porque en los años ochenta, por ejemplo, ser nerd implicaba ser considerado como el animal omega de la clase, ya que los nerds eran pisoteados y se les consideraba una especie de hazmerreír de otros seres que tenían un lugar más preponderante en la cadena alimentaria de egos. Y es muy curioso, porque creo que en los últimos años esa situación se ha revertido totalmente, porque como de alguna manera han ganado una lucha de clases contra todos estos seres que los oprimían y de esa manera digamos, ahora tenemos otra noción del nerd. Ahora lo percibimos como un ser triunfal dentro de las categorías, como del ser y del éxito capitalista. Entonces, esa es una evolución divertida. Me parece que tiene mucho que ver con la época. Con la forma en que hay un montón de factores que han revolucionado totalmente la manera en la que se hace dinero y la manera en que el valor es contabilizado. La forma en la que pensamos el conocimiento y el valor de éste en la sociedad.
Justo ahora que mencionas el aspecto económico, he podido percibir que en esta ciencia como en otras, existen facciones donde predomina una especie de ultrarracionalidad. Esta se encuentra presente también, en mi opinión, en los grupos de poder que controlan todos los aspectos de nuestras sociedades. En Las constelaciones oscuras , el protagonista llamado Cassio, que es una especie de Óscar Wao, sólo es capaz de pensar el mundo de forma lógica. Y curiosamente es concebido de dos fuentes aparentemente opuestas: argentina y brasilera. Hay un prejuicio que tenemos los latinoamericanos y es que la fuente argentina es más racional, mientras que la brasilera está más ligada a lo exótico. Ese cliché de que siempre están bailando alegres. Que de esa unión de fuentes haya nacido Cassio, me lleva a preguntarte ¿Cómo percibes tú la sensibilidad de la humanidad en la actualidad? ¿Crees que hay un apego más a lo racional o a lo pasional?
¡Guau, me parece una pregunta increíble! A ver, me parece muy divertido lo que vos decís. De hecho no lo había pensado así, pero tenés mucha razón. Hay una especie de estereotipo como del argentino ligado a cierta racionalidad o al menos, el argentino como una especie de afrancesado sudamericano. Y en cambio el brasilero como mucho más vinculado a sus pulsiones. Como un ser mucho más salvaje o en estado natural. Es cierto que como los argentinos de alguna manera fundan una fascinación por Brasil, relacionada con esta idea de Brasil como una cuna de la monstruosidad donde todo es posible, lo deforme también termina siendo una posibilidad. No sé cómo pensar la cuestión de la racionalidad sin tener en cuenta la fascinación por lo no humano que me parece que es algo como muy de esta época. Creo que de alguna manera la tecnología es una forma de no humano que es capaz de captar totalmente nuestra imaginación. También la forma en que cada vez estamos más pendientes de los animales, ¿no? Ese interés por lo que les pasa. Ese interés masivo en saber quién le pegó un tiro al león Cécil. La gente se pone como loca con estos temas sobre animales, y ecológicos también. Entonces me parece que la sensibilidad pasa por cómo podemos hacer para vincular nuestra realidad y racionalidad con estos elementos no humanos que nos transforman y que transforman nuestra sensibilidad. Incluso, dentro de nosotros mismos. Creo que en un momento, estaba muy en boga la noción de inconsciente y de Freud, teniendo el psicoanálisis un discurso que parecía que tenía muchas cosas para decir. Y ahora, ese discurso ya no es tan relevante sino más bien, el interés se enfoca de alguna manera en el elemento no humano que llevamos adentro. Como una máquina que de alguna manera emerge sin que nosotros lo sepamos. Creo que la sensibilidad tiene que ver con eso.
Hace poco leí una entrevista con un titular descontextualizado, publicada en El Comercio, donde se resaltaba un “desencanto” por Borges de tu parte. ¿Te gustaría aclarar dicha entrevista y deslindar con la idea que se vendió?
Muchas gracias por hacerme esa pregunta porque de hecho vi la nota y dije “ay, no. ¿Por qué pusieron eso si a mí me encanta Borges? ”. Me parece que es un autor que no decepciona. A la vez, que sin embargo, hay un montón de autores súper interesantes, como por ejemplo Nabokov que estaba realmente decepcionado con Borges, pero él lo decía y tenía argumentos para sostenerlo que no son a los que me refería yo. Lo que yo quería decir es que hay un manejo de las fuentes por parte de Borges que es súper como material, en un sentido ingenuo. O sea, cuando vos estas como muy obsesionado con Borges, digamos,y empezás a leer de donde sacaba las cosas de la Enciclopedia Británica, te das cuenta a veces que realmente copió una definición exactamente como estaba o le daba vuelta. Él juega con un conocimiento que está dado y que es el conocimiento que va a ser mercantilizado en su literatura como universal, pero a la vez no le hace nada a este conocimiento, ¿entendés? No hay una especie de torcedura ni una subversión ante eso. Las cosas de la Enciclopedia Británica se absorben como tales o a veces se les da vuelta, pero hay una relación muy pegada a la letra en ese sentido. Por supuesto que a Borges le interesaba hacer eso, como que a uno le puede interesar hacer otra cosa. Lo que yo quería decir es que a mí me interesaba ver si se podía hacer otra cosa. Para el proyecto de Borges es totalmente genial la manera en cómo maneja la cita. En mi caso, yo tengo ganas de pensar otras relaciones con el conocimiento lo cual es lógico pues vengo de una generación distinta a la de Borges. Como ya aprendí su tecnología, es normal que esté buscando otro tipo de relaciones con el conocimiento. Si bien, como que Borges ya te mostró algunas y está buenísimas, la idea es siempre tratar de ver un poco más…de pensar un poco por afuera de cómo te enseñan los maestros. Y dentro de lo que te enseñan los maestros, siempre hay un momento en la que decís “ay, ¡pero no era que él que sabía todo esto!”. Uno es como un niño y se desilusiona. Le encontrás el truco y te desilusiona un poco. Pero eso no significa que no lo sigas queriendo y que el autor no sea igual de maravilloso.
En la novela, hay un interés latente por la ciencia. Aquello de tratar de comprobar algo. Curiosidad por comprender las cosas que se da en el campo de las ciencias exactas y que se replica en la literatura también. En el proceso de escritura de Las constelaciones oscuras, ¿Tus lecturas se ciñeron a documentos científicos o te dabas tiempo para leer literatura pura? ¿ O creías que podía contaminar el proceso?¿Te disciplinabas al momento de escribir?
Me gusta manejarme de una manera muy ecléctica con mis fuentes. Me gusta tomar fuentes muy elevadas, tipo la Enciclopedia Británica. Bueno, en particular la Enciclopedia Británica no (risas). Pero me gusta usar tratados científicos hardcore tipo Darwin o la gente que discutía con Darwin en su momento. Y también buscar cosas súper trash tipo tratados de cripstosología o tratados sobre la evolución que no fueron a ningún lado. Hay una zona de la ciencia que como que no entra dentro del ámbito de la ciencia normal, para mí es súper literario. Es literatura porque no ingresó al régimen de la “verdad”. Porque entonces, ¿ dónde está ese texto?. Es un limbo literario. Encontrar dicho tipo de textos es súper rico. Yo trato de buscar ese tipo de cosas siempre. Y para las Las constelaciones oscuras mucho más.
Las teorías salvajes, tu primer libro, fue un hit en su momento más allá de cual motivo extraliterario, ya que su calidad era innegable siendo un debut en la narrativa. Luego de más de cinco años. ¿Aún lo quieres? ¿O no deseas saber más del mismo como otros autores que lo guardan dentro de un cajón y no quieren saber más del mismo?
Bueno, yo lo quiero mucho. Quiero mucho a Las teoría salvajes. De hecho, va a salir reeditado el año que viene por Random House, asi que está buenísimo que el libro siga reviviendo y resucitando. Yo tengo una buena relación con el libro. De hecho, a veces lo tengo que revisitar pues tengo que revisar traducciones y esas cosas. A veces digo ”¡guau!”, pues me olvidé totalmente de ciertas frases que construí e igual me gustan. A veces me parecen como que demasiado barrocas. Hay cierto barroquismo que yo traté de controlar en Las constelaciones oscuras ,porque uno creo que se va entrenando, ¿no? Hay algo del proceso de escribir que tiene que ver con entrenarte. A mí por lo menos me gusta pensar así. No es sólo las cosas como salen, sino que uno tiene que tratar de controlar sus impulsos y educarse dentro de la idea que uno tiene, que es lo que puede estar bueno. Así que quiero mucho a Las teorías y espero que a la gente le siga gustando.
En la solapa de la edición peruana de Las teorías salvajes se mencionaba que tenías familia peruana. Y ahora que revisaba para la entrevista tus redes sociales, vi que habías subido una foto de un cuadro que te hicieron. ¿Cómo han sido estos días en Lima? ¿Te has acercado de nuevo a tu familia?
Es muy lindo lo que preguntás, porque ese cuadro que mencionás lo pintó una niña que es un genio. Una pequeña limeña que se llama Elsa Bustamante y que está estudiando Arquitectura en la Unifé. Tiene un proyecto genial para hacer un laboratorio astronómico en el Perú y bueno, es una niña muy brillante. Me hizo ese cuadro que para mí fue totalmente hermoso. Lamentablemente no tengo más familia en Lima porque los que estaban murieron. De hecho, en el 2010, cuando vine pude ver a la comadre de mi abuela, y su esposo.
Por último, ¿Cuál es aquel libro que te fascinó leer de niña y que crees que debe leerse siempre?¿ Y cuál es aquel que te haya deslumbrado en los últimos meses?
Primero, el que me fascinó en los últimos meses. Lagoon, que aún no está traducido al español, de una chica llamada Nnedi Okorafor, escritora nigeriana de ciencia ficción. Es un libro completamente genial, con lagos en Nigeria rarísimos y seres que están habitando el océano. Es muy genial. Y uno de los primeros libros que yo leí, que de hecho estaba en la biblioteca de mis abuelos peruanos, fue Sandokán. Toda la serie de Emilio Salgari. Creo que la literatura de aventuras es lo mejor que le puede pasar a un niño. Es algo que está buenísimo y lo súper recomiendo, así como la lectura de Edgar Allan Poe pues el terror es una gran sensación. Y por último, también recomiendo la lectura de la Biblia, porque nada transmite el terror como la Biblia (risas).
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