El síndrome de los 40....20 años antes

Hay un subgénero en las telenovelas producidas por esa megacorporación encargada de fabricar lágrimas llamada Televisa, que se dedica a explotar el morbo del chico y la chica que tienen un amor con tintes shakesperianos, casi imposible de realizar, con bebés secuestrados, madres que vuelven de la muerte, accidentes de tránsito y toda esa onda de elementos característicos de las producciones charras sólo que con un elemento extra: El/ la protagonista podría tranquilamente ser e/la padre/madre de su coprotagonista al que le otorga su "incondicional amor". Sino basta recordar el furor que causó series como "Rebelde" o "Carmin si le queremos introducir el elemento patriótico.Cabe decir que siempre tendrán ensimismada a la tele audiencia latinoamericana que solo desea saber como es que superan su 214324325 problemas y logran finiquitar su amor. Pero....¿Realmente pasa?

"Dios perdona el pecado, pero no el escándalo" En una sociedad como la peruana, en la que estamos llenos de máscaras y nunca decimos con los labios lo que en verdad pensamos en nuestra mente, escandalizarse al ver una pareja andar de la mano en la calle , pero con una distancia de años mayor a lo "políticamente correcto" es lo más común del mundo, de ahi que los adjetivos o frases coloquiales como "chibolera", "rompecuna", "niñero", "gallina vieja da buen caldo", incluso el "te pueden denunciar por pedófilo o pedófila" se den en todos los ambientes sociales, desde el colegio hasta el trabajo. Hay cientos de comedias románticas sobre el tema, desde el "Graduado" con Dustin Hoffman hasta las típicas películas con Jennifer Aniston que uno va a ver obligado por la enamorada al cine más cercano e igual un sinfín de libros tan crudos como "Lolita" con un matiz psicológico más profundo que linda con lo terrorífico para algunos o de corte más hilarante también. Por lo que cabe decir que el tema tampoco escapa de lo corriente. Incluso si uno revisa el Somos del día sábado encontrará las viñetas de Maitena llenas sobre este tema. ¿Entonces por qué tiene ese tinte tan escandalizante?

Uno ve a parejas como Demi Moore con Ashton Kutcher o  al viejo tió "base ocho" Hugh Hefner con las veinteañeras conejitas de Playboy y causan simpatía, nadie está en contra de ellos, hasta son bendecidos por la opinión publica pero basta que uno se entere que la prima de 35 está andando con un "chibolo" de 22 o que la tía divorciada ha empezado a salir con su asistente para que nos tome por asalto toda la cucufatería de la que muchas veces formamos parte para denunciarlos con el dedo acusador que es lo que "nuesta moral" nos indica que hagamos. O alguien va a negar que le parece mal que un señor de 40 años empiece a salir con una chiquilla de 20 por más que ambos lo deseen. El motivo están en hallar el porque ese cambio de perspectiva tan rápido y repentino.

Cuando yo estaba en 5to de secundaria, hubo una fiebre generalizada de las mujeres de mi promoción por tener un enamorado o por lo menos el peruanísimo "choque y fuga" con chiquillos de 2do y 3ro de secundaria. El recreo parecía hecho una guardería, porque los llevaban prácticamente como "trofeo" y la verdad es que fue casi nulo el numero de relaciones que sobrevivieron al fin de año, porque como es obvio "que iban a decir en la universidad si las veían andar con un chibolo de colegio" (esto es una de mis teoría totalmente cuestionable por cierto). Mis amigos y yo hasta el día de hoy nos preguntamos el porqué pasó esto: ¿Se aburrieron de nosotros? ¿Buscaban a chicos más inmaduros de lo normal? ¿Les afloró el instinto maternal súbitamente? La verdad es que nunca lo sabré y las pocas veces que crucé palabras con ellos me parecieron chicos ajenos a esta situación que a lo más se sentían suertudos de haber sido parte de este "boom" y que sólo querían aprovechar su suerte.

En fin, como ya dije son suposiciones de lo más cuestionables, pero si hay algo cierto , es que empecé a darme cuenta que lo normal tal vez no sea andar con gente de nuestra misma edad. Está comprobado que las mujeres maduran emocionalmente antes que los hombres, aunque claro siempre habrá excepciones a la regla, y habrá todavía el subgénero de las "pinky friends" que llegan a los 30 años aun deseando el auto de la Barbie y su Ken, pero lo cierto es que tal lo común es lo que menos abunda por así decirlo. En mi caso por lo menos, nunca me he ilusionado con una chica de mi edad, sino las de base 90,91 y 93 siendo yo un 92 y tengo amigos que han tenido enamoramientos con chicas 5 o 6 años mayores que ellos, y viceversa, porque si bien suena a cliché la frase del "para el amor no hay límites", es muy cierto, porque tal vez un chico de 18 con una de 21 tienen más en comun que la chica que tiene tu misma edad, con la que compartes carpeta, pero de la que no conoces nada. Ahora , tampoco se trata de enamorar a la asistente simpática de la mamá en su trabajo, solo de comprender que no nos debemos sentir mal, si lo que sentimos es bueno para nosotros y no hiere la sensibilidad de los demás. No porque sea causado por caprichos espontáneos ni modas pasajeras. Si de verdad la/lo quieres y es correspondido, no veo el porque tiene que ser malo, siempre y cuando no haya intereses externos que sean activos participes de esta situación y velen por aspiraciones totalmente ajenas al sentimiento amoroso claro. Hay chicos menos con una madurez mayor al de una chica, y también aquellos que siempre sufrirán el síndrome de Peter Pan, análogamente en las chicas, la cuestión es saber como elegiremos y sabemos identificar a aquella persona con la que compartiremos un sinfín de momentos. A veces los prejuicios nos hacen perder oportunidades irrecuperables.

Indirectas muy directas

Corría el 2do año de la secundaria, comenzábamos a tener los primeros cursos difíciles de nuestras vidas, las típicas fiestas de quince años empezaban a reemplazar a la típica reunión con bocaditos y bebidas alcohólicas escondidas "caletamente", y en la vida social del colegio aparecían las primeras parejas, ya con "compromiso" y toda la legalización debida del caso. Todo esto no escaparía de lo común y corriente sino hubiese aparecido un factor clave que tal vez, aunque inocente, sea el causante de muchos enredos, peleas,ilusiones, etc. Me refiero básicamente a la irrupción de las redes sociales en nuestras vidas y la exteriorización de forma cada vez más abierta de nuestros sentimientos.

Mi abuela me contaba que antes se solía conocer a la persona que pasaría algunos meses (o toda la vida) junto a ti en una relación formal, en una reunión organizada por la familia o laboralmente. Los chicos no tenían la oportunidad de compartir un aula con la chica "de sus sueños" por lo que por lo general el uso de terceras personas para acceder a una comunicación que pueda trascender lo formal de la situación era de un uso inevitable si habías caído en la trampa de la ilusión y fijación platónica. Que se iba a imaginar mi abuela que hoy en día basta con aprenderte bien el nombre y apellido de la chica, ponerla en tu buscador del Face, rezar para tener amigos en común y cruzar los dedos para tener la oportunidad que tanto anhelas. Y pensar, que antes uno tenía que vivir el angustioso momento de preguntarle su dirección del messenger o el número de su celular. ¿Pero sólo sirvió el Facebook, o el Hi5 en su momento, para calmar ansiedades sentimentales de chicos y chicas solteros en busca del amor?

Cuando una chica decide pelearse con su enamorado (porque el pelearse es una decisión en general, así se de de forma inconsciente) pone en su estado, alguna canción de algún grupo mexicano que tenga un hit en MTV y suene en Viva FM o simplemente pasa de "una relación" a "una relación complicada" o sus derivados terminando en una vuelta en U al "está en una relación con Fulanita" que termina siendo su mejor amiga, la chica que está viviendo su momento de soltería y aparece como el mejor "paño de lágrimas" sobre la faz de la Tierra. Si bien no se cumple siempre, se da en el mayor número de los casos y su comprobación puede darse leyendo los "estados más recientes". Siempre encontrarás uno con las características antes descritas.

Y los hombres no se quedan atrás. Si es tu chica la que decide dejarte o romperte el "bombeador de sangre" en mil pedazos, al no poder atinar al estado lacrimógeno en tu condición de "macho latino que se respeta" sólo eres capaz de postear un video de tu grupo de rock favorito con un mensaje subliminal que sea capaz de describir la situación lo más exactamente posible sin caer en la trampa de la debilidad, o poner a lo más un estado con una frase literaria de un escritor que jamás hayas leído para darles una respuesta filosófica a tu problema. Y es que si bien puedes hablarle de forma directa o llamarle y encarar la situación de forma directa, la opción de andarse con rodeos y medias tintas tiene su atractivo en este tipo de circunstancias.Mucho más si es la chica que te gusta y de la que sólo eres el típico amigo que le cae bien la que pone ese tipo de estado, y para "aprovecharte de la debilidad de su estatus sentimental" escribes frases consoladoras y likeas ( no sé si exista este vocablo, pero no creo que sea el primero en usarlo) todo lo que ponga, sin caer espeso o como el típico "gilero aventado" que tanto repugnan a una chica.

El uso de las herramientas virtuales como vemos tiene sus ventajas y desventajas. Para alguien inseguro, tímido o que suele caer en el colapso nervioso ante una situación en vivo (llámese el nerd de la clase por citar un ejemplo) el uso del Facebook Chat puede ser tal vez el único recurso para llegar a ELLA, la chica que tal vez ni lo miraría en la clase. O tal vez para una chica demasiado extrovertida sea justamente la frialdad de un teclado y un monitor la mejor compañía a la hora de desahogarse desde la tranquilidad de su casa, de una forma más íntima y privada. Pero, ¿Cuanto daño somos capaces de soportar en nuestra conciencia por las frases o fotos causantes de muchas relaciones perdidas (ya sea de amistad o del tipo más íntimo), con el fin de salvaguardar nuestro orgullo?

Se que nada puede reemplazar el estar al lado de las personas que quieres y que tal vez un monitor o un telefóno sirva de remedio casero inventado por nosotros para paliar esa situación de lejanía pero estamos perdiendo la esencia de comunicarnos, en vivo y en directo. Si nos peleamos, debemos decir las cosas frontal mente, sin ocultar las cosas ni ir por las tangentes y si empezamos a mutar nuestros sentimientos por alguien, debemos dejar a un lado nuestras inseguridades y afrontarlo con mayor lucidez y valentía, así podamos caer en el riesgo de echar todo a perder. Creo que el problema de la humanidad y de todos nuestros problemas es la falta de honestidad a la hora de comunicarnos y eso se da en todos los ámbitos.Hoy quise escribir sobre el problema de Palestina, pero creo que explicando un típico caso juvenil es comprensible que si se da en un ámbito tan informal y cercano , porque no iba a darse en el plano político. Ya será tema de otro post.

Sebastián Uribe, 18 años,universitario y aun soltero.

La timidez y el orgullo: asesinos de sentimientos

"Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan ahí" . Hace exactamente cuatro noches tenía que estudiar para un sinfín de exámenes de la universidad y la verdad que me sentía hastiado, con ese sentimiento de vacío que te hace sentir mecanizado y que es tan incomprensible a la razón muchas veces. Era por ello imperioso que escapara de la realidad, y sirviéndome de un libro y de la ayuda no poco valiosa que ejerce la imaginación en uno pude por lo menos llenarme de reflexiones sobre cuestiones que tal vez dejamos de lado muchas veces.




"Nuca confíes en mí" de Renato Cisneros, se convirtió en una obra que, valgan verdades, tuvo una precisa aparición la noche del lunes cuando creí que sería otra amanecida monótona y rutinaria lleno de números y cálculos. Una vez que empecé a leerlo simplemente no pude detenerme hasta que finalmente llegué a terminarlo luego de 3 horas y media. Una simple historia de amor, puede convertirse en el corolario de factores tan complejos como lo son los presentes en la interioridad del ser humano. Una simple historia de un chico que se reencuentra con su viejo amor de colegio, ya casada y con una vida ya "hecha" y pre-establecida. La trama se vuelve compleja y entran y salen personajes a lo largo de la misma, pero fue una pregunta que hizo Gabriel a Amanda, la protagonista, respecto a su etapa juvenil:"¿Sabías que en el cole me moría por ti?". Había pasado 15 años y la pregunta no había sido hecha ni respondida.




No se trataba de revivir simples amores platónicos de la escuela, que muchas veces terminan por ser solo ilusiones existentes en el mundo de las ideas del conocido discípulo de Sócrates, sino de cuestionarse hasta que punto la expresión de nuestros sentimientos puede ser trascendente en los hechos que modificarán nuestra conducta.¿Es que a veces el orgullo y/o la timidez son patrones de conducta que son capaces de matar la mayor muestra de afecto y vínculo más importante entre los seres humanos?. ¿ Quién no se ha sentido frustrado cuando se entera que le gustaba a la chica por la que moría, la que le inspiraba poemas presentes solo en su cabeza, luego de haber enterrado u ocultado esos sentimientos que lo carcomieron por un largo periodo?o ¿Quien no ha sentido dudas al momento de ahondar en el funcionamiento de la mente de esa persona en la que tanto inviertes tu atención?, siendo el gran dilema: ¿Que pasaría o hubiese pasado?.




La timidez es una característica presente en todos nosotros de alguna forma u otra, aunque lo que nos diferencie sea el grado de manejarla, y aunque si bien es cierto es inducida por factores como el nivel de autoestima o de seguridad como me lo repite mi madre cuando por "x" razones no soy capaz de decir dos palabras sin tartamudear frente a una chica despampanante, en mi opinión creo que se manifiesta de manera más notoria en temas de amor. La declaración de sentimientos tan profundos siempre es motivo de reflexiones complejas, de estudios, de supuestos, pronósticos imposible de calcular con certeza. Aun cuando esa chica (hablo en mi posición) sea con la que tengas más confianza, a la que le mandes indirectas, con la que te lleves bien y sea la artífices de mundos porque escapan la simple realidad, con la que te sientas libre de expresarte, la que pone tu mundo de cabeza, la que permite soñar con una cobiografía, siempre habrá el temor de perderle. Y es que siempre existirá el riesgo de que tu idealización no sea correspondida, que aun poniéndosela al centro de tu universo y como la cúspide de tu accionar, este no sea correspondido y se cree un ambiente nefasto para la posterior relación que se establezca entre ambas partes quedando con el rótulo tan terrible de "amigos o referentes" llevándonos a la cita que inició este texto tan palpable en nuestros días de juventud, sinónimo de incertidumbre. Y creanme, muchas veces te hace cometer los mas grande errores que te serán imposibles de remediar.




Y si existe la timidez, también existirá el orgullo. Aunque se piensen que son antagónicos, muchas veces la supuesta vanidad o "autoestima" que guardamos nos lleva a nublarnos por completo, a negar nuestro propio sentir, ocultando de la misma forma que lo hace la timidez, lo que en verdad deseamos expresar, ya sea este un perdón o una reconciliación. Cuando no tenemos argumentos válidos para sustentar nuestro comportamiento opuesto a lo que en verdad sentimos apelamos al orgullo de forma negativa, sobre valorando creencias erróneas que tenemos sobre una situación ya dada que no causa mas que un dolor profundo en nosotros mismos y las personas que se ven involucradas en la relación. A veces nos lleva a perder la oportunidad de acercarnos a la persona que amamos, sea nuestra madre, nuestra abuela, nuestro hermano o la chica con la que compartimos una relación que trasciende el simple vínculo afectivo. Nos transporta del amor a la indiferencia, lo creado a la destrucción de lo idealizamos en algún momento. Es como la caída por una pendiente llena de errores que solo suman problemas y causan dolor.Nos fijamos a veces, en las consecuencias de corto plazo y no proyectamos nuestros deseos a través del tiempo.Es tan dañino como la misma timidez como ya lo mencioné.




Cuando mi profesor nos dice que el amor es un curso de ocho créditos, creo que se equivoca, porque el amor trasciende el tiempo, perdura en nosotros y es difícil de negarlo, desde el momento mismo de la ilusión misma. Siempre existirán factores como los antes mencionados que mellarán la fluidez del amor, pero que al fin y al cabo son simples obstáculos que nos ponemos en la medida que aceptemos que tenemos que tomar riesgos para poder lograr la utilidad esperada( lo expreso en términos de economistas porque es lo único que se ocurre en el momento) pero no es mas que la simple persecución de aquello que dota de sentido a nuestra existencia terrenal. Y si escribí de esto es porque pienso que estamos restándole importancia a lo que de verdad significa amar y preocuparse por alguien, que va más alla que el puro interés físico o por conveniencia, sino de la importancia que le damos a un ser humano tomándolo como parte de nuestra vida misma. Espero que sirva de reflexión para mejorar la expresión de lo que llevamos en nuestro interior guardado, aunque lo que yo necesite sea trascender estas simple líneas.Y me despido no sin antes agradecer a la chica que hizo posible que este tema se convierta en un tópico de mi blog. GRACIAS