"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


miércoles, 30 de agosto de 2017

[Entrevista] Alejandro Neyra : “ Las bibliotecas son como ferias del libro permanentes”


¿Es posible narrar nuestra historia con humor,  desde la parodia? ¿Cuál es el límite? ¿Quiénes son los personajes anónimos detrás de las grandes historias? Esas son algunas de las preguntas que rondan las tres novelas de Alejandro Neyra, actual director de la Biblioteca Nacional del Perú, diplomático de carrera, bachiller en Derecho y en Literatura, ex lasallista y sobre todo, escritor. Ha publicado los libros “Peruanos llustres”, “Peruvians do it better” y de las novelas (que conforman una trilogía por el momento) “CIA Perú, 1985 Una novela de espías” (2012,Ganadora del IV Premio de Novela Breve de la Cámara Peruana del Libro), “CIA Perú, 1985 El espía sentimental” (2015) y “CIA Perú ,1990 El espía innoble” (2017), publicadas por Editorial Estruendomudo. Fue sobre esta novela y su reciente labor al frente de una de las instituciones más emblemáticas a nivel cultural en nuestro país que pude conversar con él.

En tu trilogía, exploras el lado B de nuestra historia más reciente. ¿Cómo fue el proceso de narrar las versiones no oficiales que circulaban entre nosotros  en conversaciones, anécdotas o incluso chistes? ¿Cómo fue el proceso de volverlas hechos literarios? ¿Fue por eso que apostaste por las novelas de espías?

Hay un hecho que siempre me ha interesado, probablemente por mi lado diplomático, que es el hecho de que exista una “gran” Historia y una “pequeña” Historia. Esta última la escriben los personajes aparentemente menores pero que en muchos casos son los que definen un tiempo, una época- Esto no es que lo aprendas en la carrera, pero en algunos casos te lo evidencian como cuando llevé la maestría en EEUU y en un curso nos hicieron leer un libro, donde se estudiaban los personajes de segundo nivel que habían sido muy importantes en una determinada Administración. La de Reagan por ejemplo,no estaba marcada necesariamente por el Secretario de Estado, sino por el jefe de operaciones de la CIA, quien atendía todo lo respectivo a la Guerra Fría.

Como diplomático siempre me gusta decir que, en el gran teatro de la política,  de los gestos y de los símbolos, quienes velamos por eso de alguna manera somos los diplomáticos que estamos tras el telón de lo que va ocurriendo. Este personaje protagonista de mi novela que es “el diplomático” (y que tiene mucho de mí) va viendo todo aquello que acontece, desde atrás, y se va dando cuenta, con un significativo grado de interés propio de las novelas de espías, qué es lo que pasa de verdad en la Historia o qué cree él que puede estar pasando. Ello conjugado con personajes que sí han sido de primer nivel como Alan, Abimael Guzmán y Vladimiro Montesinos  y toda una época que marca a mi generación, se presta para hacer esto. El género de espías, más que escogerlo, me cayó  por la investigación que venía haciendo durante la creación de libros como “Peruanos de ficción” y me dio una suerte de libertad para escribir, porque, para comenzar, no soy solemne. No podría escribir algo que no tenga como contenido el humor o la ironía, como me lo permiten las novelas de espías.

La parodia y la ironía son características esenciales de tu obra, pero hay un riesgo que asumes al abordar la época convulsa del terrorismo. ¿Cómo sabes cuándo tomarte en serio al tocar un tema sensible? ¿o crees que en la ficción no hay límites?

En teoría debería tener total libertad para escribir porque como mencionas, es ficción. Te cuento algo. Cuando publiqué la primera novela, una amiga me comentó que su hermano era  parte del grupo que atrapó a Abimael Guzmán y me mandó un correo sin haber leído la novela, sobre cómo era posible que lo pusiera en la portada. Y si bien no fue una decisión mía, sino una apuesta editorial, evidenció que si quieres enfrentar la realidad, la tienes que mirar de frente.

Yo sí creo que el humor te da una cierta distancia para entender mejor lo que está pasando en la realidad.  Recalco que no es una burla, más allá que la naturaleza del peruano tienda a tomar todo a la broma muchas veces. En este caso no es una apuesta por molestar gracias al chiste fácil, sino  el de crear  una atmósfera de humor que te permita distanciarte y hacer que tú mismo te cuestiones y digas “me estoy riendo de una cosa seria” y creo que es algo que debería venir con una  reflexión siempre. Después de una risa o una sonrisa, pensar que es algo que ocurrió en la realidad. Que alguien tan joven como tú que no vivió dicha época se motive luego de la novela a buscar más información sobre dicha época.  Por eso pongo en la sección de “Agradecimientos”, autores y libros que para mí fueron clave para entender la historia reciente del Perú.

Hay un elemento clave en tus personajes históricos: el ego. Motor para cumplir sus ambiciones y llegar al poder. Abimael, Alan y Vladimiro, protagonistas de tus novelas que  llegaron a estar en la cima del poder en cierto momento de la historia, o cerca de estarlo al menos, son claro ejemplo de ello. Y a pesar de los nocivos que fueron, siempre terminamos escogiendo gente con características similares como gobernantes y líderes. ¿Qué factores has visto al momento de ficcionalizarlos, que permiten que tengan esta feligresía alrededor?

Cada uno viene de mundos distintos, siendo el único netamente político Alan. En la última novela en la que se habla de Montesinos, podemos darnos cuenta que él siempre estuvo en busca del poder. Allí está también la bibliografía, como el libro de Luis Jochamowitz sobre Montesinos, por ejemplo. Buscaba desde joven el poder. Era alguien que buscaba cuotas de poder en todo momento, incluso desde que entra como cadete y va ascendiendo. Cuando sale del ejército por traición a la patria termina dándose cuenta que la forma más sencilla para cumplir sus ambiciones era a través del dinero de la corrupción y las malas artes en el Poder Judicial. Empieza una degradación moral del personaje, que lo lleva a hacer lo que sea con tal de estar cerca del poder. Se le abre una oportunidad que aprovecha al máximo, lamentablemente para la historia con mayúscula del Perú.

Esa búsqueda del poder que está detrás de todo, tiene diversas facetas. A Alan García desde joven lo convencieron que tenía que llegar al poder y llegó. Era una ruta casi natural para él porque formaba parte de un partido importante. Guzmán en cambio, busca llegar al poder a través de la violencia y es quizás el caso más interesante porque es alguien que comienza siendo un académico oscuro, gris, y que terminó estando a un tris del poder total. Si revisas la lista de los hombres más poderosos del Perú en los años 80, estaba Abimael Guzmán. Es algo muy curioso. Es interesante la pregunta porque no lo había visto tanto así, como que sean estos personajes de portada los que están detrás del poder constantemente, pero sí es cierto. Siempre hay gente que está detrás del poder y gran parte de esta que lo hace con malas artes.

Los casos de corrupción más recientes en el Perú, caracterizados por una desvirtuada “ética empresarial”, tienen que ver con eso. En las dos últimas décadas del siglo pasado,  el poder político era visto como la cuota máxima del poder,  pasando a ser reemplazado por el empresarial y económico en los últimos años. Todos los casos de corrupción que estamos viendo tienen que ver con una nueva filosofía del poder. Quizás en los próximos años, las novelas de “espías” ya no busquen el poder político per se, sino los vínculos entre empresas con poderes en el Estado, o las empresas mismas. Hay novelas que ya ven la parte oscura de la corrupción en las empresas y son interesantes.

Podría  haber una novela de Marko Linge sobre el caso “Lava Jato”…
Yo no creo que Malko Linge llegue al caso “Lava Jato” (risas). Yo lo veo  a Malko vivo ahora y lo pensaría como un asesor de alto nivel, pero que ya no va a asesorar al gobierno o a la CIA, sino probablemente a empresas. Como un asesor de CEOs de grandes empresas, detrás de las pistas de los escándalos de corrupción actual. Igual habría que ver qué conexiones empieza a tener. Aún no me he imaginado por completo esa versión mucho más oscura (risas)  

Ahora que mencionas a Vladimiro, me llama mucho la atención las consecuencias luego de su etapa en el poder porque creo que  configuró la sociedad peruana en ciertos aspectos al desmontar la institucionalidad de los partidos políticos , alentar el protagonismo de los diarios chicha o hacer gala de una maquinaria corrupta que llega hasta nuestros días donde todo el mundo es visto como sobornable, alejando el interés por la política de muchos ciudadanos de a pie. ¿Sigue tan poderosa su influencia?

Creo que no, porque por ejemplo, yo estoy trabajando en una organización pública en la cual confío y estoy orgulloso de representar. Y píenso que la gente que trabaja aquí no lo hace con esa ética errónea de “no importan los medios con tal de llegar al poder. Eso por un lado. Lo que sí es cierto es que hay muchas prácticas que lamentablemente en los noventa se hicieron habituales  y terminaron englobándose en la famosa frase “roba, pero hace obra”. O los “fake news” que no tienen sustento, pero se presentan como verdaderas y se han puesto de moda. Esto tiene que ver con una lógica perversa de que vale todo con tal de salir adelante y eso es algo que en muchos casos ha permeado la sociedad peruana. No para hacerla más corrupta necesariamente, pero sí para hacerla menos sensible a la corrupción generalizada.

Igual no es irreparable. Creo que de la mayoría de gente que yo veo, hay mucha que busca mejorar en su función pública y que a veces se siente impotente. Es una cuestión de educación y de cultura en general. Todavía confío en que se mejore esta situación, porque sino, no estaría aquí sentado y trabajando para el Estado.

El diplomático es visto como alguien que calla más de lo que dice, similar a los espías de tus novelas que siempre están viendo todo lo que pasa a su alrededor. En cambio es el  escritor es el que muestra todo esto en ficción, pero no como lo haría un diplomático o un espía. ¿Cómo configuras tú, Alejandro Neyra , funcionario público estas facetas de ser escritor, diplomático y ,quién sabe, espía?

Bueno espía no he sido y si es así no puedo revelarlo (risas). Es la cuota de curiosidad permanente que tengo y que creo que viene de este lado del interés de escribir y de ficcionalizar las cosas. Tener las cosas en el nivel que le corresponde. Como te decía antes, el humor te permite tomar cierta distancia. Sí soy de los que desde joven en la carrera diplomática,estás metido en un mundo en el cual puedes creer todo lo que ves o puedes tomar cierta distancia para entender qué es lo que de verdad es importante o lo que de verdad está pasando. Desde que entras te toca ver a presidentes, ver a cancilleres, trabajar en un estamento jerárquico en el cual tú eres el que está en el último nivel tratando de que todo salga bien. Que no falte el vaso de agua o que los nombres de las personas estén correctamente escritos. En esos pequeños detalles que finalmente hacen que la gran representación del poder se vea creíble.

Entonces el tema de los símbolos es importante. Es algo que siempre me ha llamado la atención. Estar en segunda fila viendo lo que sucede todo, pero con cierta distancia, es algoque también me ha ayudado. Y es algo que también siento como autoridad en este caso. Esto no significa que el cargo nos haga a una persona más inteligente o preparada. No. Yo creo que hay que asumir los cargos con responsabilidad como siempre he tratado de hacer. Con mucho trabajo, esfuerzo, dedicación, pero pensando en qué es lo que quieres como persona y para la institución igualmente. En ese sentido sí soy bastante serio, nada que ver con lo escribo. ero sin creerte que por estar en esto eres mejor que alguien ni nada. El diplomático de la novela ha tenido una evolución, desde un chiquillo bastante ingenuo que no tiene idea de lo que realmente pasa y se deslumbra con lo que ve. Poco a poco va entendiendo que hay un lado oscuro del poder y que no le gusta, y que está representado además por quien es su amigo. Aquí pone las cosas en su debido nivel. Se da cuenta que Malko no es el mejor ni tampoco el peor. Trata de entender realmente lo que está pasando. Tiene un rol más protagónico. Como uno mismo, va dándose cuenta de las cosas realmente importantes. Eso es dentro del argumento de la novela.

¿Cuáles son los principales desafíos que se vienen como director? ¿Cómo invitarías a la gente a asistir a las bibliotecas que están en su barrio? ¿Qué podemos hacer nosotros los lectores para apoyar a la Biblioteca Nacional?

El gran desafío es que, como Estado debemos ver que la Biblioteca Pública sea un espacio real que invite a la comunidad, y que sea participativo y atractivo para el ciudadano común. Es un trabajo importante. Somos la institución cultural más antigua de la república y debemos cumplir con la responsabilidad de preservar el patrimonio bibliográfico. Creo que el gran reto es establecer, por ley, una red nacional de bibliotecas. No todo depende de la Biblioteca Nacional, sino de los gobiernos regionales, municipios, instituciones educativas públicas. Se debe hacer que todas estas bibliotecas estén coordinadas. Es un desafío para varios años, que espero poder enfrentarlo. Y claro, tiene que ver mucho con lo que quiere el ciudadano. La FIL Lima reciente es una demostración importante de que la gente tiene una necesidad de cultura. Quiere leer. Paga por adquirir libros a menor precio y por escuchar exposiciones muy interesantes. Todas las que yo he asistí estuvieron abarrotadas. Han quedado chicos los espacios de la feria. Un domingo que fui no podía casi caminar. Eso te dice mucho del interés que la gente tiene por acercarse al libro y la lectura y la cultura en general.

Durante todo el año las bibliotecas públicas son espacios que ofrecen lo mismo o deberían ofrecer lo mismo en todo caso, y la comunidad y el ciudadano debería estar atento a que su biblioteca en su barrio exista. Es un trabajo conjunto con la comunidad, sensibilizar a las autoridades sobre la importancia que tienen las bibliotecas como espacios públicos. La comunidad debería darse cuenta que las bibliotecas son como ferias del libro permanentes. Todo el año,  si alguien quiere un libro, debería poder ir a la biblioteca municipal, distrital, nacional, a leer y entretenerse. El gran reto no es solo hacer la biblioteca atractiva, sino dar espacios suficientes para que todos vayan. Yo los invito a la Biblioteca Pública de Lima en el Centro Histórico. Pueden ir con la familia o con los amigos. Hay una sala infantil, salas especializadas, hay un patio  hermoso. Queremos mejorar la infraestructura de la biblioteca y para ello es necesario contar con más tecnología, necesaria para una biblioteca moderna. Lo importante es que el ciudadano se dé cuenta que esa  feria que tiene por dos semanas ,la tiene gratis en cualquier biblioteca en el Perú.

La última pregunta ¿Un libro que te haya sorprendido o un autor que hayas descubierto últimamente?
Laurent Binet. Escribió “HHhH” que es una novela muy famosa. Su último libro, “La última función del lenguaje” es muy literario, de conocedores de la intelectualidad francesa, pero me gustó muchísimo. De los que he leído últimamente, la novela de Jack Martínez, “Sustitución”, me gustó. La última novela de Raúl Tola me parece muy buena, también. De autores internacionales siempre digo uno que no es muy conocido aquí. Se trata de Michael Chabon. Es un gran escritor. No es muy fácil encontrar sus libros porque no es tan conocido, pero es uno de los mejores autores norteamericanos contemporáneos.

 [Trancripción: Alejandro Alva]

(Entrevista publicada originalmente en el portal web "Punto y Coma" )


domingo, 13 de agosto de 2017

[Entrevista] Almudena Sánchez: “Un escritor tiene que amar el lenguaje por encima de todas las cosas.”




El año pasado el escritor y crítico Alberto Olmos fue el editor del sello Caballo de Troya (cuya magnífico eslogan “Para entrar o salir de la ciudad sitiada”, ya dice mucho de lo que buscan con sus libros) como parte de su reciente política de invitar a reconocidos autores a seleccionar seis libros para ser publicados durante un año. Y fue así como leí por primera vez el nombre de Almudena Sánchez, una de sus apuestas literarias. Lamentablemente, su libro no llegaba a esta parte del mundo, mientras en paralelo me enteraba por medios como Twitter que “La acústica de los iglús” ya iba por la séptima edición en España. Y así pasaron los meses, hasta que revisando el programa de la Feria Internacional de Libro de Lima 2017, buscando el horario de algunas charlas, me topé con su nombre en una mesa sobre el cuento hispanoamericano que se daría cinco días después. Era la única que tendría.Ni corto ni perezoso, le pregunté a una amiga si el libro se hallaba en el stand de Penguin Random House, y sí, milagrosamente lo habían traído. Y ella también empezó a leerlo, confesándome que era un libro que la estaba emocionando. Y es que si hay algo que logran los relatos de esta joven escritora,es transmitir emociones. Allí están la melancolía de “La señora Smaig”, la tristeza de “Eclipse”, la obsesión de “El arte incrustado” o la extrañeza de “El nadador del Hotel Minerva”. Leer sus cuentos es una buena manera de salir de los textos comunes y repetitivos, y en el que las atmósferas lo terminan envolviendo a uno por completo. Antes de que partiera a hacer turismo por Lima y Cusco, tuve la grata oportunidad de conversar con ella.

“Hay algo de lo que nos curamos y pasarán los años y no nos curaremos nunca.” dice el epígrafe de Natalia Ginzburg al inicio de tu libro. Heridas que no terminan de cicatrizar. ¿Cómo concibes estos traumas en los personajes de tus cuentos? ¿Cómo a pesar de las circunstancias y tantos mensajes de optimismo superficial que hay en el mundo estas cosas son tan profundas que quedan como una marca tanto psicológica como física? Pienso en escenas de tus cuentos como la del padre desapareciendo en las arenas movedizas o la chica sangrando en medio de un concierto de piano


La cita que mencionas la encontré en “Las pequeñas virtudes”, uno de mis libros favoritos. Es una escritora que admiro y su frase me pareció que resumía bien el libro, y también lo que es la literatura y el arte. Son esas cosas de la que no nos curaremos porque realmente los seres humanos tenemos un vacío interior que está ahí y que hay que reconocer y aceptar porque hay muchas cosas que no tienen respuesta. Estamos en este mundo tirando para adelante, pero sin saber qué va a pasar, sin saber qué hay después, sin saber casi nada, y bueno, la vida también tiene su encanto por eso ¿no? Por el miedo a vivir y por la excitación que supone no saber qué es lo que nos va a pasar. Entonces esa cita de Natalia Ginzburg está por eso. Yo creo que mis personajes son personajes heridos que aceptan que tienen una herida y a veces lo toman con humor para sobrevivir. Yo creo que el humor es un arma que puedes utilizar para sobrevivir a distintas situaciones. Y a veces se lo toman con resignación, como “esto es lo que soy” y entonces así tengo que ser. Otras veces son personajes que huyen mucho. En el libro son personajes que escapan porque no se sienten a gusto en ningún sitio. Esa idea de no estar bien en ninguna parte e intentar buscar tu refugio o una puerta de escape.


Como escapar de la imposición de roles

Claro, también. Este libro tiene mucho de desobediencia. Los mismos personajes se dan cuenta que no encajan en un mundo no hecho para ellos.Yo he intentado hacer personajes humanos con todo lo que ello implica. Personajes que tengan momentos de tristeza, alegría, melancolía y de ternura. Yo creo que todas esas texturas configuran lo que es el ser humano y mis personajes van por ahí. He intentado acercarme lo máximo posible una textura humana.

Eso me lleva al trabajo de las imágenes. En tus relatos dedicas especial atención a las atmósferas . ¿Cómo es ese proceso? ¿Qué es lo que más valoras de ello?

Las atmósferas para mí son muy importante. Tengo un referente cinematográfico que es David Lynch, un director que básicamente se centra en la atmósfera para brindarte una sensación o un sentimiento. Los personajes están desdibujados y tú entras en un terreno extraño. A mí eso es lo que más me interesa de la literatura. De hecho, estoy tan obsesionada con las atmósferas que gustaría escribir un cuento que solo fuese atmósfera pero es muy difícil (risas). Creo que la atmósfera puede ser más que un personaje. Puede ser más potente. Este es un libro totalmente atmosférico, de sensaciones. Es un libro como para experimentar una emoción. No es para entender una historia ni entretenerse con un personaje ni seguir una trama. Es un libro de más punzadas emocionales.

En “La acústica de los iglús” las protagonistas son en su mayoría adolescentes, jóvenes con emociones desbordadas y una pasión sin un rumbo fijo, lo que a veces esto puede ser un impulso, pero también te puede atrapar y asfixiar en cierto sentido. ¿Cómo se da ese interés en particular por esta etapa?¿Qué características buscas dotarle a este tipo de personajes?

La adolescencia es una etapa que me interesa mucho. Mi adolescencia fue bastante convulsa porque cambié en muchos momentos . Se relaciona con la configuración de la identidad, porque en la adolescencia estás independizarte de todo y configurando lo que eres para enfrentarte al mundo. La infancia es un mundo difícil, pero en el que estás más protegido pues tienes a tus padres, a tu familia, un colchón bastante grande. En la adolescencia ya empiezas a separarte de todo y me parece muy interesante esa primera vez de enfrentarse al mundo: ver que vas a estar solo. Y la“La acústica a los iglús” es la soledad, el frío, la supervivencia, las lágrimas. Es un poco esa amalgama y me motivaba mucho que mis personajes experimentaran eso como adolescentes.

¿Cuál fue la experiencia que más te gustó al trabajar este primer libro? ¿Cómo fue tu relación con tu editor?

Mi experiencia de verdad ha sido muy buena. Me he sentido muy acogida y tengo que decir que doy gracias a cada uno de los lectores que ha comprado este libro. Yo puedo dar las gracias mil veces, pero no es bastante porque es una alegría diaria la que estoy recibiendo y que casi no puedo compensar. Espero que mi literatura lo haga porque realmente me siento muy afortunada (risas).

Mi relación con Alberto Olmos ha sido desde el principio, muy buena. Es un editor estupendo, igual que escritor y profesor. Es muy inteligente y sabe conectar con tu literatura, siendo muy respetuoso en todo momento. Supo darme consejos y motivarme cuando era necesario. Y también regañarme cuando era necesario. Es una tarea también psicológica y al final este libro tiene mucho de él. Se lo agradezco mucho. Creo que en la relación editor-escritor tiene que haber un vínculo para que todo salga bien. Yo creo que a Alberto Olmos esto le gustaba, le producía ilusión y creo que se ha notado.

Fuiste parte de una antología que se hizo de narradores jóvenes. ¿Con qué escritores españoles de tu generación te identificas más? ¿Qué propuestas te parecen interesantes en el panorama narrativo en España?

Estuve en la antología “Bajo treinta” que es una antología que se hizo en la Editorial Salto de Página y el antólogo fue Juan Gómez Bárcena que, por ejemplo es uno de los escritores de mi generación y ha publicado un libro “Kanada” en Sexto Piso. y es uno de los escritores a los que yo sigo. También sigo a poetas, como por ejemplo Luna Miguel o María Sánchez. Me gusta mucho cómo escribe Matías Candeira que es otro escritor de mi generación. Isabel González que es un poquito de la generación siguiente, pero es una autora que ha escrito un libro que se llama “Mil mamíferos ciegos” en la Editorial Los Bigotes.Extraordinaria. Hay un chico que se llama Daniel Monedero que ha escrito un libro que se llama “Manuel de jardinería para gente sin jardín” y también es una maravilla.

Hay fases muy poéticas en tu libro . ¿Cuál es tu relación con la poesía? ¿Tienes poemarios inéditos?

No escribo poesía pero he leído muchísima poesía y me encanta. Acá en la Feria del Libro he comprado bastante libros de poesía. He comprado libros de Blanca Varela, una edición preciosa de César Vallejo, y también estoy llevando libros de Carmen Ollé. Los libros que no utilizan los recursos del lenguaje, que son muchísimos, están bien, pero creo que al utilizar el lenguaje, manipularlo, ver hasta donde lo puedes retorcer, elevas muchísimo la narrativa y la prosa de un libro. Creo que un escritor tiene que saber buscar el adjetivo que llamé la atención, el ritmo de la prosa, lo cual tiene que ver mucho con la poesía; el ritmo y la musicalidad. Creo que cuando un escritor consigue que eso esté presente en un libro, se eleva muchísimo como dije y emociona mucho más. Los escritores también estamos para utilizar el lenguaje, no solo contar historias. Un escritor tiene que amar el lenguaje por encima de todas las cosas.

Eres colaboradora en algunas webs culturales como “Ámbito Cultural”. ¿Qué es lo que más disfrutas de ello?

Yo empecé haciendo críticas en “Ámbito Cultural”. Es una web que me encanta y que además está muy bien trabajada. Empecé haciendo crítica ahí porque quería probar mi faceta de escritora. Y siempre quieres dar una opinión de los libros que realmente te fascinan también. Aparte de escribir hay un mundo que también te encanta que es el de expresar tus opiniones sobre un libro. Al final está relacionado con la cultura que te envuelve. Tienes que leer, que nutrirte. Es algo que empecé a hacer con mucha ilusión hace 7 años. Ya no hago tantas críticas porque desde que he sacado el libro tengo más actos, más cosas y no me da tanto tiempo hacer crítica. Creo que es muy importante la labor de los críticos, que los libros tengan visibilidad, que hayan periodistas culturales. Todo eso es muy necesario. Ámbito Cultural está creciendo más. Empezó como un portal que no tenía tanta visibilidad y con el tiempo está teniendo muchos seguidores. Entonces están contentos y cuando yo puedo hacer una reseña para ellos me da mucho gusto.

Siempre es bueno abrir nuevos espacios

Sí. Ahora hay una revista que tiene mucha visibilidad y prestigio que se llama “Oculta Lit” que es una maravilla y que está impulsando mucho a los jóvenes, a los poetas…a los narradores en general. Y está muy bien porque lo hacen con mucho cariño. También hay una revista que se llama “Criticismo” en Barcelona, muy buena. Luego también hay un blog que se llama “Libro: instrucciones de uso” con un contenido buenísimo. Yo siempre me he movido por esos terrenos. He intento colaborar con ellos y apoyar. Me parece que es algo que aparte de escribir, los escritores tenemos que hacer en la vida cultural, participando. Si nos emociona un libro debemos intentar comentarlo. Siempre es un gusto ¿no?

Y hablando de recomendar ¿Algún libro, película o serie que te haya sorprendido de buena manera recientemente?

Un libro de poesía que se llama “Chocar con algo” de Erika Martínez. Es una poeta magnífica. Está publicado en pretextos y se lo recomiendo a todo el mundo. Voy a recomendar una película rara que la pusieron hace meses o casi un año en España que duro muy poco porque es de esas películas que casi no duran. Se llama “The Duke of Burgundy”. Es una película que me gusta porque es atmosférica, extraña, hay un bosque y no sabes bien lo que pasa, hay una relación extraña entre dos mujeres y una muy buena película que no duro casi nada en el cine o casi un año. También voy a recomendar otra que es “Colossal” de Nacho Vigalondo.

Por último, ¿se viene algo algún libro pronto?

Estoy trabajando en una novela. Ya voy como 40 paginas. Es una novela cuya idea me encanta y estoy trabajando para ver cómo sale. Sigue la tónica de “La acústica de los iglús” y si bien es otra cosa, siguen presentes la adolescencia y las mujeres ,Yo espero que sea una evolución.


[Transcripción: Alejandro Alva]

(Entrevista publicada originalmente en el portal web "Punto y Coma")

[Entrevista] Hernán Casciari: “Tener un poco de práctica con las cosas hace que en la segunda vuelta te salgan un poco mejor”

Debo confesar que descubrí a Casciari, no por sus libros o crónicas, sino por unos videos en Youtube. Una amiga cercana, sin saber que era escritor, me pasó un link donde aparecía frente a un gran auditorio, atento a la narración de una anécdota que oscilaba entre el humor y la ternura. El principal efecto al término de la reproducción: seguir buscando más videos. Luego ya me enteré que este escritor argentino, fundador y editor de la revista “Orsai“, y  autor de un buen número de libros, entre novelas, cuentos y crónicas, tenía más que lectores, hinchas. Si no me creen, busquen “10.6 segundos”, tal vez el mejor texto sobre un gol y todo lo que sucedió o pudo haber sucedido, a su alrededor, que se haya escrito en este hemisferio, para que noten porque es que sus historias causan adicción.  Aprovechando que fue uno de los invitados internacionales de la Feria Internacional del Libro de Lima, pude conversar sobre él, partiendo de la publicación de la vuelta al ruedo de Orsai, que  en Lima se  consigue en librería Monoblock, y que tiene una edición impecable y contenido lujo, como lo demuestran los cuentos de Luciano Lamberti y Daniel Mella, por mencionar solo alguno textos.

Segunda temporada, primer número, invitados de lujo, ¿cómo se sostiene un proyecto editorial de esta envergadura, ahora con mayor proyección internacional? ¿Qué es lo que más has disfrutado en este nuevo número, comparado con tus experiencias iniciales donde todo, asumo, era más complicado?

Sí, justamente eso. Tener más experiencia a la hora de reconocer los errores que se pueden cometer. No cometimos ninguno, que yo sepa, de los que habíamos cometido en la primera temporada. Es como ocurre siempre casi con todo: tener un poco de práctica con las cosas hace que en la segunda vuelta te salgan un poco mejor. Ocurre con las revistas, ocurre con el amor, ocurre con el trabajo, ocurre con todo.

“Orsai“ es una revista costosa por el material, por la distribución, ¿cuáles fueron los principales retos logísticos ahora y cuánto has aprendido en el camino?

Antes, en la primera temporada, obligábamos a los lectores a unirse por regiones, para que compren diez revistas y después poder entregárselas. Esa fue la fórmula. En la segunda temporada no, pues decidimos imprimir en diferentes lugares para que sea un poco más fácil y les incorporamos también, editores mucho más rigurosos a los autores. O sea, el autor no entrega y dice “chau, buenas noches”, sino que tiene que vérselas con editores, muy complicados a veces,pero que hacen que las cosas salgan mucho mejor a partir de ahí. Después de eso, fue un parto muy natural, muy fácil de hacer.

En una entrevista a la revista Buensalvaje, diste a entender que la propuesta de la revista era tratar de llegar más a los lectores, sin pasar por los intermediarios. ¿Ha cambiado mucho el mundo editorial desde entonces?¿Poco, mucho, nada? ¿Cuál crees que fue el aporte  de “ Orsai“ en ese aspecto?

Nosotros vamos por un costadito, muy humilde, pues en general, la industria editorial se parece mucho a la década pasada. La única diferencia es que posiblemente venda un poco menos porque hay más competencia. Pero nosotros nos mantenemos siempre al costadito, para un público muy minoritario, muy chiquito, y nos gusta estar en ese lugar, donde tratamos, dentro de lo posible, de tener un contacto diferenciado y personal con el lector.

¿Cómo seguir combatiendo las anquilosadas estructuras editoriales? Tuviste otros proyectos importantes también, como “Bonsai” orientado al público infantil…

No sé si son importantes. Son proyectos familiares. Todo lo que hacemos son decisiones que se toman después de comer en una sobremesa. No hay oficinas, no se piensa demasiado en la rentabilidad. Eso por un lado es una ventaja, pero tampoco se le puede llamar un negocio, es un hobby más bien, uno de imprimir cosas.

Esto que mencionabas sobre la colaboración entre amigos  ¿Cómo lo manejas?

Yo convoco a personas y les pregunto si quieren ir con un sueldo o un porcentaje y eligen. Hay mucha transparencia. Nunca hay  un problema mayor porque se sabe exactamente lo que se vende y los números están ahí. Cuando no hay codicia ni cosas raras, no hay problemas.

Mucha gente, alejada del mundo literario, te terminó conociendo a través de tus videos, ¿cómo fue tu experiencia? ¿Qué rescatas de ella? ¿ cómo manejas el tema de las audiencias comparado al de estar solo escribiendo?

Si, en verdad no tuve mucha conciencia de ese cambio, porque ocurrió hace un año y medio. Después de que tuve el infarto me convencieron los médicos de no volver a fumar, entonces dejé de escribir. Y como dejé de escribir, algo tenía que hacer, entonces me puse a hacer radio y teatro, pero no porque quisiera, sino porque tenía que hacer algo. Escribir es todo, y cuando no podés hacer lo que te causa placer, hay que buscarlo en otra cosa. Empecé a hacer ello y que de no haber sido por el infarto, nunca lo hubiera hecho, pero me divierte mucho.

Hace un par de años, dejaste escondida una bolsita de marihuana en Lima, en lo que terminó convirtiéndose en una especie de “búsqueda del tesoro”, alborotando las redes sociales

Me divertí mucho. Yo ya estaba en Barcelona y unas amigas fueron las encargadas de filmar de manera oculta, las zonas cercanas. Yo empecé a decir desde muy temprano “una zona muy amplia” y  después “una muy chica”, y mientras tanto, oteaba con cámaras a la gente que empezaba a dar vueltas por ahí. Fue muy divertido y los encontraron rapidísimo. Al libro y al porro. Y  pude hablar en directo por streaming con el que los encontró. Fue muy gracioso (risas).

¿Fue una manera de interactuar con la gente que te sigue?

No fue una estrategia para fingir naturalidad, pues en verdad fue una cosa que se nos ocurrió en ese momento y lo hicimos, sin saber que iba a repercutir. Pero como obviamente es divertido, repercutió. No fue nada planeado.

¿Cómo ves a la selección argentina ahora?¿Esperas algo de la nueva etapa con Sampaoli?

En realidad, no hay nada para decir porque hay poco que se haya demostrado. Sabemos que tenemos a un entrenador que está medio loco, que es muy Bielsa en ese sentido, pero no quiero mandarme a decir mucho todavía porque se jugó muy poco. Espero, por lo menos, que las eliminatorias no sean muy descontroladas y  que rápidamente pasemos y  digamos buenas noches. Ahora voy a ver el partido con Uruguay en el Centenario y luego de ello, recién podré decir más.

Y sobre Messi, ¿para ti hubo un cambio cuando decidió renunciar a la selección argentina? ¿Sientes que ese gesto lo humanizó?

No, yo creo que Messi cambió cuando tuvo su primer hijo. Todo lo demás llego después. Levantar la voz adentro de la cancha, fuera de la cancha. Quejarse de la Asociación de Fútbol Argentino porque no le gustaba como los hacían viajar. Desde el nacimiento de su hijo, dejó de ser un adolescente y empezó a tomar las riendas de su destino y eso incluye también arrebatos como el de “me voy de la selección y después vuelvo”, eso me parece que fue: tuvo un hijo, creció, se dejó la barba y ahora es otro.

¿ Y sientes que la paternidad cambió tu narrativa?

Mi hija grande tiene 13 y cuando empezó a escuchar cuentos le hicimos “Bonsai “, hablamos mucho de eso. Y  la chiquitita nació hace tres meses cuando yo ya no escribía. Entonces mucho cambio en la narrativa no hay, porque ya no estaba escribiendo. Pero siempre te cambian los hijos.Te cambian la perspectiva de lo que querés contar.

¿Hay algún autor, libro, serie o película que te haya sorprendido ahora último y que se nos esté pasando?

Qué difícil eso pues no estoy leyendo mucho. En verdad paso de eso, nada me voló la cabeza últimamente y pueda que tenga que ver con que ya no fumo, y eso hace que nada me llame la atención, pero no porque no haya habido nada bueno, sino porque soy muy poco receptivo al arte en este momento.

Por último, si Argentina se tuviera que quedar con solo uno de los dos, ¿Maradona o Borges?
Borges…sí, Borges.

[Transcripción: María Paula Regalado]
[Fuente de la imagen: Facebook de "Monoblock"]

(Entrevista publicada originalmente en el portal web "Punto y Coma")