"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


viernes, 29 de abril de 2016

"La débil mental" de Ariana Harwicz

Animal de Invierno, 2016. 80 páginas (Perú)

Mardulce, 2014.102 páginas. (España y Argentina)

Nacemos para masticar rencor, en estos momentos quiero ver llegar el fin del mundo, suspira, quizá ahí esté la clave, que venga el cataclismo y todo vuelva a empezar.
Ariana Harwicz

Esquirlas producidas por una terrible explosión. Las páginas de esta breve novela revelan terribles y escalofriantes imágenes de una relación que en el imaginario común sólo es capaz de irradiar alegría, comprensión y felicidad, ocultando las partes oscuras de la misma: la cáustica relación entre madre e hija. Resulta aterrador para cualquiera ponerse a pensar que este  vínculo, tan determinante en la formación de uno, pueda ser tan traumático y vil. Y sin embargo ese lado oscuro existe. Emerge de vez en cuando y cuando lo hace, dichas erupciones son terribles e incontenibles. Son pocos los escritores que se adentran en esta particular cueva llena de hechos siniestros y menos aun los que lo hacen con maestría. Harwicz es una digna representante de este selecto grupo, capaz de desacralizar el lazo materno y  poner en la palestra lo más crudo de esta unión.

No vengo de ningún lado. El mundo es una cueva, un corazón de piedra, un vértigo plano. El mundo es una luna cortada a latigazos negros, a flechazos y escopetazos. Cuánto hay que cavar para dar con el desprecio, para hacer que mis días ardan.

Desde el arranque es posible notar que esta no es una novela convencional. Mientras uno se adentra en su lectura, es posible que empiece a sentir la tentación de comenzar a  leer en voz alta. Sí, como un libro de poesía. Pronunciar cada frase, para que el ímpetu de las imágenes se duplique o triplique. Frases como Mi cerebro son polillas en un jarro y se ahorcan o La hora exacta previa a encontrarlo es tan bellamente sórdida como tirarse de cabeza en una rivera alcanzan un mayor impacto al verbalizarlas.

Sé que lo primero que nos da curiosidad de un texto narrativo es la trama. Que esta sea interesante y esté bien contada. Este libro va más allá de eso. En La débil mental, encontramos la voz de una mujer de aproximadamente treinta años que nos va contando la historia de la relación salvaje con su madre. Ellas dos forman una peligrosa simbiosis, dañina y enferma (Te llenas de imágenes que son una porquería para tu salud) y que aun así, no llega a ser del todo maldita. ¿Hombres? Sólo la presencia de uno, casado y que mantiene como amante a la protagonista de esta historia. Sólo se conoce de él, lo que las protagonistas de esta historia deciden narrar. El padre de la chica no tiene gravitación alguna. Que la novela esté conformada sólo por mujeres,  permite a Harwicz enfocarse en mostrar el nivel de violencia que puede alcanzarse en sus relaciones (Porque así somos las mujeres, seres endemoniados y testarudos.). Una violencia más sofisticada, expresada en mecanismos mucho más complejos que la que tenemos los hombres al momento de agredirnos. Acá todo dolor muta y evoluciona.

El texto de Harwicz no tiene la intención de buscar una redención de los personajes. Acá no hay ánimo de cambio. Asumen el devenir de su relación y tratan de lidiar con ella. Una madre que no tiene reparo alguno en inmiscuirse en la vida sexual de su hija. Una hija capaz de perder la cabeza por un hombre que parece usarla como un mero juguete sexual para salir del aburrimiento. (Soy la idea de amor de un hombre que vive con otra, que ama a otra, a cientos de kilómetros.) No se callan lo que piensan.  (Ahí viene hasta mí fregándose, y yo lo tengo tirado arriba, estrellado, olfateándome. ¿Hace cuánto no te la meten mamá?)y sin pudor alguno expresan sus miedos, odios y traumas. La aparición de la abuela en ciertas escenas no hace más que reforzar el círculo vicioso en el que han pasado toda su existencia. (Qué suerte tengo de que no haya  un hijo, un plato menos, nada de restos pegados, ninguna voz cortando la mía. Nada que me suceda cuando me arranque la cabeza de un tirón.) Llevan esta especie de marca tenebrosa en los genes. Y no, no tratan de quitársela. (La panza de mamá crió luto, gestó luto, engendró una planta carnívora y acá estoy divina en mi short y mi remerita ajustada.)


La débil mental es una valiente y brillante apuesta literaria. Una grata sorpresa en el panorama de la literatura latinoamericana contemporánea que no dudo en recomendar con este breve texto.



+Sobre la autora:

Estudió guión cinematográfico en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica; dramaturgia en la Escuela de Arte Dramático y completó sus estudios con una licenciatura en Artes del espectáculo en la Universidad Paris VIII y con un máster en Literatura comparada en La Sorbona. Ejerció la docencia en el área de guión cinematográfico. Estrenó en el Centro Cultural Ricardo Rojas las obras de teatro Sobre llovido, mojado y El mal está hecho. Dirigió el documental, El día del Ceviche el cual participó en diversos festivales en Argentina, Brasil, Cuba y Venezuela.Colabora con el blog literario de Eterna Cadencia.Su primera novela, Matate, amor, cosechó excelentes críticas y fue considerada por el periódico La nación, Argentina, como la mejor novela de 2012.

(Una versión de este texto aparece en el portal Punto y Coma)

martes, 12 de abril de 2016

“Las primas” de Aurora Venturini


Estruendomudo, 2013. 166 páginas (Perú)

Literatura Random House, 2015.194 páginas. (España)

Contextualizada en la década de 1940, Las primas es el retrato de una familia disfuncional y quebrada, conformada por seres grotescos, deformes y dañados. Las mujeres que conforman este linaje maldito se caracterizan por lidiar a diario con la miseria y la desgracia, limitadas por sus fallas y carencias, físicas o afectivas.  Está narrada en primera persona por Yuna, una niña abandonada por su padre, rechazada por su madre y su tía virgen, encargada de cuidar a su monstruosa hermana deficiente mientras va descubriendo su talento para pintar, el cual le permite expresar parte de ese caos que lleva dentro, tal vez lo único que sepa hacer bien. Yuna contará con la ayuda de Petra, su prima, quien representa la traición, la sed de venganza y la animadversión contra el orden impuesto. La enana prostituta inconformista a la que le molesta ese rótulo de anormal al que la reduce la sociedad. Ella fungirá de guía en temas como el sexo y la muerte. Un apoyo (aunque nada confiable) para Yuna frente la racha de sepelios que padecerá la familia y la maldad de los hombres con los que tiene algún tipo de contacto.

A lo largo de la novela, el lector se topará con abortos, asesinatos y perversas prácticas sexuales. Una serie de hechos horrorosos evocados con inocencia y brutalidad, por igual. Acá se narra el lado arisco de las cosas: aquello que incomoda y perturba. La voz de Yuna alterna entre lo lúdico, lo sórdido y lo triste, saliendo a flote en un escenario lleno de excrementos y deformidades, de hostilidad filial y locura. Una lucha constante que se plasma incluso en el momento de la escritura. A veces pienso que somos un sueño o pesadilla cumplida día a día que en cualquier momento ya no será, ya no aparecerá en la pantalla del alma para atormentarnos, dice Yuna en cierto momento. Es así que narrar se convierte en un deber, sin importar recurrir al diccionario la cantidad de veces que sea necesario con el fin de encontrar el vocablo preciso.


Párrafos breves impregnados de humor negro, el lenguaje que utiliza Venturini en esta novela cuestiona en todo momento las convenciones gramaticales, dejando traslucir la angustia y desesperación de la protagonista por revelarnos su historia, percibiendo cada signo de puntuación como un obstáculo, un límite para narrar su verdad desnuda, cruda y sin complejos, pues como afirma: si ponía punto o coma perdía la palabra hablada (…) me convenía comunicarme de viva voz rápidamente para que me entendieran y evitar lagunas silenciosas que descubrían mi incapacidad de comunicación verbal.

Galardonada en 2007 con el Premio  Nueva Novela Página/12 de Argentina cuando su autora tenía 85 años, Las primas es un libro que tiene una impronta juvenil única, desconcertante y deslumbrante. Una novela, como dice Vila-Matas, escrita con enfermiza genialidad.






+ Sobre la autora:

Aurora Venturini (1922, La Plata, Buenos Aires, Argentina-2015) se graduó en filosofía y ciencias de la educación en la Universidad Nacional de La Plata. Fue asesora en el Instituto de Psicología y Reeducación del Menor, donde conoció a Eva Perón, de quien fue amiga íntima. En 1948 recibió de manos de Jorge Luis Borges el Premio Iniciación por El solitario. Estudió psicología en la Universidad de París, ciudad en la que se autoexilió tras la Revolución Libertadora y donde vivió en compañía de Violette Leduc y trabó amistad con Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus, Eugène Ionesco y Juliette Gréco. Tradujo y escribió trabajos críticos sobre poetas como Isidore Ducasse (conde de Lautréamont), François Villon y Arthur Rimbaud. En 2007 recibió el Premio de Nueva Novela Página/12 por su libro Las primas. En diciembre de 2010 la edición española de esta obra (publicada por Caballo de Troya) fue elegida el mejor libro en español editado en España durante el año 2009 y recibió el II Premio Otras Voces, Otros Ámbitos.

(Este texto aparece en el portal Punto y Coma)