"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


sábado, 16 de agosto de 2014

La vida breve: "Bónsai" de Alejandro Zambra


"El dolor se talla y se detalla"
Gonzalo Millán

"Seres imperfectos viviendo en un mundo imperfecto, estamos condenados a encontrar solo migajas de felicidad"

Julio Ramón Ribeyro


La semana pasada, en medio de una de las semanas más ocupadas de mi vida, me prometí no leer nada de literatura. No leer novelas, cuentos o poemas y concentrarme en mi examen comprensivo de Microeconomía, vital para egresar. Eso, sacar mi cuaderno en el micro camino al trabajo y repasar la teoría. Pero no, tenía que cargar "No leer" de Alejandro Zambra  e intentar de forma infructuosa engañarme al pensar "esta será una lectura sólo en casos extremos". Pues, el caso extremo llegó en medio del caótico tráfico limeño de las seis de la tarde y el interés que podía darme repasar por segunda vez el efecto sustitución a lo Slutsky se había diluido por completo. Hurgué en mi mochila y encontré la hermosa edición de Alpha Decay que había comprado en el verano con mis últimos ahorros de lo ganado en el curso del BCR. Lo abrí al azar y me topé con "Borrador", pagínas 26 y 27:

"Hace ya algunos años mi amigo Andrés Anwandter me dijo que el asunto de la página en blanco le parecía absurdo. Para mí la página está siempre enteramente escrita: lo que yo hago es borrar en la página negra, dijo, medio inspirado por las cervezas. Desde entonces pienso que escribir es sacar y no agregar. Escritor es el que borra. Es también lo que observa Julio Ramón Ribeyro en este fragmento de La tentación del fracaso :"Una novela no es como una flor que crece sino como un ciprés que se talla. Ella no debe adquirir su forma a partir de un núcleo, de una semilla, por adición o floración, sino a partir de un volumen herbóreo, por corte y sustracción". Cortar, podar: encontrar una forma que ya estaba allí"

Era una señal. Ni bien saliera del trabajo aquel viernes, no importaría lo cansado que estuviese por haber tenido que madrugar para un examen de tres horas a las siete de la mañana, buscaría un sitio cómodo para comenzar a leer Bónsai, una de mis adquisiciones más valiosas de la última Feria del Libro. (Aquí hago una pausa: No voy a negar que el precio de la novela pueda intimidar a cualquier lector, pero les aseguro que aquí no hay gasto, sino que hay una inversión garantizada).

Página 13, primera línea del primer capítulo:

"Al final ella muere y él se queda solo, aunque en realidad se había quedado solo varios años antes de la muerte de ella."

¿Díganme si una novela que comienza así no los desestabiliza?

En sus poco más de noventa páginas, nos enteraremos de las vidas de Julio y Emilia. O bueno, de lo que el narrador decide contarnos sobre la vida de ellos.Dos jóvenes chilenos que están empezando a conocer la libertad,el despertar sexual,la inseguridad y la angustia de la transición a la adultez. Estudiantes que leen y fuman marihuana juntos. Se conocen casi por accidente,descubren que tienen cosas en común y se enamoran. Lo que en teoría es una idea simple y muy gastada se torna en un vehículo para un proyecto mayor que es de cuestionarnos, ¿Que es realmente enamorarse? ¿ Es compartirlo todo? ¿ Se nutre de la verdad o de la calculada omisión de ésta en algunos casos?

Porque esto va más allá de una historia de amor. Acá somos testigos del fracaso de éste y la constante búsqueda de que no sea así. Ni bien se conocen, afirman haber leído a Proust,una mentira de la que ya no pueden escapar. Una condena que se adhiere a ellos, siendo imposible salir de ese foso al que caen si poder ayudarse. Y ésta es una idea que continúa en los hechos que suceden después, no por la mentira, sino porque a pesar de la complicidad en diversos aspectos que surge por el acto de compartir sus experiencias y sentimientos, no son capaces de sostener su relación y esta termina por diluirse. ¿ De qués están hechas las relaciones sólidas? ¿ Qué se necesita para mantenerlas? ¿ Cuánto de lo que se comparte es real y cuánto ficción?

Y siguiendo con el tema de la imposibilidad de mantener una relación verdadera, sería preciso hablar sobre los dos o tres personajes que juegan un rol en las historias de Julio y Emilia. Estos son amigos o conocidos que entran y salen de sus vidas en diversos momentos, pero que los marcan. Es imposible entender la vida de los protagonistas sin las personas que intervienen en ella, ya sea para bien o para mal.Funcionan como elementos en los que personajes vislumbran aspectos con los cuales identificarse o exploran las consecuencias de acciones que ellos mismos no se arriesgaron a tomar. ¿Cómo decidimos otorgarle protagonismo a alguien en nuestras vidas? ¿ En qué medida nos afecta cortar un vínculo para el cual no se pensó un horizonte fijo? ¿Qué tanto de nosotros se explica a través de las personas que nos rodean?

Podríamos seguir hablando sobre la crítica de Zambra a ciertos clichés asociados a la literatura,a la función de contar historias,la imposibilidad de conseguir la felicidad, entre otras cosas, pero esta una novela corta( en extensión no en genialidad) y seguir escribiendo sobre ella podría mermar en el goce de que usted pueda hacerlo a su manera. Por la fascinante capacidad de abrir espacio a múltiples temas y cuestionamientos afirmo que  Bónsai es una novela que demuestra que lo más importante de la  literatura no es llenar páginas con textos estrámboticos de difícil acceso o realizar ejercicios inútiles de erudición, sino que es partir de la vida para crear ficciones que nos ayuden a comprender la misma, siendo este un viaje donde la belleza sea capaz de reflejarse en una prosa que puede parecer sencilla pero que en la poderosa carga emocional de algunas frases,sea capaz  de golpearnos y hacernos reflexionar con preguntas que no sean fáciles de responder.Si quieren conocer lo mejor que se está escribiendo a nivel latinoamericano en la actualidad, los libros de Alejandro Zambra son el mejor punto de partida.


Antes que me olvide: si aún no ha descubierto un significado del título de la novela que vaya más allá de su extensión en páginas, aquí le dejo lo que escribe en su texto "Árboles cerrados" en referencia a la creación de ésta novela:


"En todo caso el árbol continúa/
Su absurdo crecimiento en los alambres/
Incluso si su forma se detiene/
Un árbol es un golpe de raíces/
Que rompen las costuras del bolsillo/
incluso si sus ramas se detienen/
Y hacen la figura sospechosa/
Del tiempo acomodado en su maceta/
El árbol continúa en los alambres/
Creciendo como un árbol crecería"

+Algunas frases:

"Éste es un problema de los chilenos jóvenes, somos demasiados jóvenes para hacer el amor, y en Chile si no haces el amor sólo puedes culear o culiar, pero a mí no me agradaría culiar o culear contigo,preferiría que folláramos, como en España"

"Cuando Julio se enamoró de Emilia toda diversión y todo sufrimiento previos a la diversión y al sufrimiento que le deparaba Emilia pasaron a ser simples remedos de la diversión y el sufrimiento verdaderos"

"Emilia intervino, conciliadora y comprensiva. ¿ Qué sentido tiene estar con alguien si no te va a cambiar la vida? Eso dijo, y Julio que estaba presente cuando lo dijo: que la vida sólo tenía sentido si encontrabas a alguien que te la cambiara, que destruyera tu vida."

"¿Sabes por qué al ron con cocacola lo llaman cuba libre?
No, respondió Emilia, un poco cansada y con muchas ganas de que la fiesta terminara.
¿De verdad no lo sabes?Es como obvio: El ron es Cuba y la cocacola los Estados Unidos, la libertad. ¿Cachái?
Yo me sabía otra historia.
¿Cuál historia?
Me la sabía, pero se me olvidó"

"Cuidar un bonsái es como escribir, piensa Julio. Escribir es como cuida un bonsái, piensa Julio"




+Sobre el autor:


Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 1975) ha publicado, en Anagrama, las novelas Bonsái (2006), La vida privada de los árboles(2007) y Formas de volver a casa (2011), todas traducidas a más de diez idiomas, y el libro de cuentos Mis documentos. Ha recibido, en su país, el Premio de la Crítica (2007), el Premio Altazor (2012), el Premio del Consejo Nacional del libro a la mejor novela del año (2007 y 2012), además del English Pen Award, por la edición inglesa de Formas de volver a casa, y el Premio Príncipe Claus, en Holanda, por el conjunto de su obra. Estudió en la Universidad de Chile y es profesor en la Universidad Diego Portales




+Otras comentarios:



«Juego irónico y trascendencia metafísica: el mundo es para el autor una permanente aspiración a la felicidad sin posibilidad de logro... Suele decirse de un libro que merece la pena su lectura, pocas veces, como en este caso, se disfrutará aún más su relectura» (Arturo García Ramos, ABC)

«Bonsái cumple uno de los requisitos de la novela breve: la búsqueda de la perfección. Una novela que es, asimismo, sumamente, eficazmente, ambigua.. Curiosa y atractiva novela» (J.A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia).

«Una obra originalísima, llena de inolvidables chispazos de humor,.... En Chile también hay quienes escriben novelas perfectas: breves como un suspiro y contundentes como un mazazo» (Juan Manuel Vial, El Capital).

«La historia impacta con un mínimo de elementos: una pareja de estudiantes de literatura, un matrimonio en descomposición y un escritor chileno» (Álvaro Matus, REVISTA DE LIBROS, EL MERCURIO).

«Es literatura de la mejor clase, una obra de extraña madurez que hace de la brevedad una de sus mayores virtudes, por lo mucho que se puede decir y sobre todo sugerir en tan pocas páginas» (Rodrigo Pinto, EL MERCURIO).

«Una construcción literaria de primer orden... Una novela grandiosa e intachable no tiene por qué ser un intrincado mamotreto de kilo y medio... Bonsái es una pieza exquisitamente articulada... un objeto inclasificable de inusual belleza... una de las dos o tres mejores novelas chilenas de los últimos tiempos» (David Lacalle, LAS ÚLTIMAS NOTICIAS).

«Una arquitectura liliputiense, mínima y perfecta... las pequeñas piezas encajan en la pequeña historia que es demasiado grande y se hace metáfora que es una manera prodigiosa de jugar que tiene el lenguaje» (Antonio Garrido, CUADERNOS DEL SUR).

«Zambra escribe desde lo alto, como los grandes. Utiliza mira telescópica en vez de pluma. Publica Bonsái, su primera mini novela. Una llave maestra del amor... Zambra hace lo contrario de escribirlo todo. Pinta acrósticos en línea recta. Es el poema de email, haikus. Va una vuelta por delante. Es un gran escritor, de pocas palabras. Te deja aterido. Con ganas de compartir un café y unas lágrimas» (César Casal González, LA VOZ DE GALICIA).

«Zambra ha tenido la valentía de enfrentarse con la estética de la clase media, de hablar de esos que ni siquiera callan, que esperan y pasan» (Rafael Gumucio).

«Un libro oscuro que sabe iluminar» (Hugo Forno, ROLLING STONE)
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