"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


miércoles, 19 de abril de 2017

“De dónde venimos los cholos” de Marco Avilés

Seix Barral.2016. 290 pp. S/.45


Mis abuelos provienen de cuatro regiones distintas del Perú que en 24 años de vida nunca he visitado. Con las justas conozco a la fecha otros cinco departamentos por motivos de turismo, trabajo o juerga. Sí, soy un limeño que ha vivido de espaldas a lo que sucede en el interior del país. A lo que realmente sucede, que es vivir en dicha región y conocer in situ la problemática de cada una de ellas. No solo por las noticias o artículos en los diarios que uno lee de vez en cuando. O los reportajes de los domingos por la mañana con una visión vertical, siempre mirando por encima del hombro a quienes entrevistan, convirtiendo en espectáculo y mercancía cualquier actividad que no comprenden.  Cada uno de mis abuelos, a su manera, me habló de aquello que dejó atrás. Pero si hoy tengo interés en conocer sus lugares de origen, no es por un afán de recrear la visión mítica que me pudieron legar sin querer. Es para conocer cómo es el presente de aquellos sitios. Qué cambió y qué no. Cómo las comunidades que no decidieron migrar se desarrollaron en todos estos años. Justo lo que hace Marco Avilés (Abancay, 1978) en las crónicas de este libro.  Salir de la capital y empaparse de lo que sucede más allá de lo que estamos acostumbrados. Y no de manera superficial como cuando hacemos turismo o “trabajo de campo” por unos días. Involucrarse de verdad.


Sea en los Andes o la región amazónica, el lector limeño ensimismado en su burbuja es capaz  de percibir en las páginas del libro un mundo que siempre ha sentido como lejano. Más cercano geográficamente pero menos entendible que el de otra metrópolis americana en muchos casos (Es más rápido ir a Miami o Santiago de Chile que a Huayana o El Dorado). Y sin embargo la mirada del autor encuentra problemas transversales a la ciudad y el campo, alejándose de cualquier sacralización de lo rural como sucede muy a menudo: el consumo excesivo de alcohol a pesar de su uso como “medio de integración”, la violencia hacia la mujer en muchos aspectos o la falta de acceso a servicios básicos, la poca presencia de la autoridad y el consecuente nulo reconocimiento del Estado y su Ley en algunos casos, entre otros. Hay mitos e historias ancestrales, claro, pero Avilés no se engolosina con ello, y aborda el presente o la conexión de las anteriores con lo que ocurre hoy en día, describiendo lo que observa en cada uno de sus viajes y estadías, aproximándose lo mejor posible a lo que piensa y siente la futbolista de Churubamba en una comunidad donde el matriarcado es la estructura social más arraigada; al guardián de la reserva de Pacaya-Samiria  que tiene que lidiar con el peligro constante de la naturaleza y a la ambición del hombre; o al agricultor de Huayana poseedor de una riqueza biológica en sus tierras impresionante pero que no se traduce en un rédito monetario notable, sin esa actitud paternalista del hombre de la ciudad. Un ejemplo claro es la crónica del festival de Takanakuy donde los pobladores del pueblo de Chumbivilcas se enfrentan a golpes como una manera de lidiar con sus conflictos personales, texto donde uno percibe un afán por entender qué es lo que buscan los participantes al realizar dicho tipo de acciones y cómo esa manera de combatir entre ellos escapa de la simple etiqueta de “salvaje” con la que los etiqueta la mayoría de foráneos. O al exponer la asimetría de precios de los productos en su lugar de origen respecto a lo que termina pagando el consumidor final, evidente problema de desigualdad económica con graves consecuencias sociales.

Discriminación y cuestionamiento interno que se da día a día, de manera poco explícita pero sí significativa a través de detalles que el ojo común intenta pasar por alto. Así es cómo comienza el libro. Con anécdotas a las que estamos acostumbrados, y que por ende, hemos terminado normalizando.  Avilés parte de su historia para explorar el origen de esa indiferencia, pero no se queda en la victimización personal y la catarsis, sino que explora el no reconocimiento del cholo como alguien con los mismos derechos de uno. Se interna en el mundo de nuestros compatriotas de la sierra y el Ande, narrando cómo el modelo de jerarquización con el crecemos y nos educamos en casa, en la escuela y casi todos los ambientes sociales donde nos desarrollamos, se replica de distintas maneras y alimenta un sistema utilitarista donde aquel que no se logra adaptar o integrar, debe ser aplastado o desterrado, como ocurre en las comunidades selváticas. De dónde venimos los cholos es un excelente libro de crónicas capaces de conectar con cualquier lector,  llevándolo página a página a un revelador viaje al interior del país. Muy recomendable.


+Sobre el autor:

Periodista, editor, pinche de cocina. Nació en 1978 en la ciudad de Abancay. Fue director de las revistas Cometa y Etiqueta Negra. Ha publicado el libro Día de visita, sobre la vida íntima en la cárcel de mujeres de Lima. Sus crónicas aparecen en diversas antologías del género y en revistas de América Latina, Europa y los Estados Unidos. Trabaja en este país como promotor de salud para agricultores migrantes, y un día, con empeño, será panadero. Vive en Maine junto a su esposa, un perro sin pelo y dos gatos amarillos. Todo lo que hace se puede leer en marcoaviles.com


(Una versión de este texto aparece en el portal web "Punto y coma")


viernes, 14 de abril de 2017

“Galveias” de José Luís Peixoto

Literatura Random House.2016. 248 pp

Una de las escenas más memorables y simbólicas del cine, es la protagonizada por el personaje de Scarlet O´Hara en Lo que el viento se llevó (1939) cuando destrozada, derrotada y de rodillas, coge la tierra de Tara y pronuncia con rabia "Aunque tenga que matar, engañar o robar, a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre." Son minutos cargados de un simbolismo único, donde el vínculo a la tierra se vuelve un elemento sobresaliente, tal como sucede en la novela de José Luís Peixoto (Galveias, Portugal, 1974). Galveias es la exploración de las distintas historias que se dan encuentro en el ambiente rural de la comunidad que presta su nombre al título del libro y poder retratar su sensibilidad y manera de concebir la realidad.

Un meteorito aterriza en Galveias una noche de enero de 1984. Un fenómeno aleatorio, que toma lugar en un pueblo alejado de las metrópolis portuguesas más conocidas, y que a su vez lo dota de una singular particularidad. Cada quien tiene una explicación personal y distinta sobre el hecho. Diferentes versiones sobre un accidente de la naturaleza sobre el que el cual no tiene poder alguno el hombre. Una relación asimétrica que se mostrará con mayor esplendor con la caída de una llovizna de dimensiones casi bíblicas, y las posteriores señales de tragedias que se producirán en las relaciones de los pobladores.

Es así que Peixoto, narra la vida del pueblo a través de las historias de distintos personajes  que acontecen luego de dichos eventos, como la de la brasileña Isabella, encargada de proveer al pueblo de pan y sexo; Miau, el tonto  marcado por una vida llena de desgracia y mala suerte; el cartero Janeiro, poseedor de un secreto clave, entre otras historias bien desarrolladas y algunas que acaban de manera agridulce, pero destacando  sobre todo, el relato de los hermanos Cordato, quienes se han mantenido en un constante conflicto de décadas por la tierra , un elemento capaz de llevar a un enfrentamiento mortal  más allá de cualquier lazo fraternal. La tierra es todo lo que ha existido deshecho y mezclado (pág. 53) se dice. Representa el sacrificio de distintas generaciones y termina siendo el símbolo de riqueza en última instancia. La propiedad que permite acceder a distintos servicios de subsistencia y que adquiere una relevancia sin igual en los territorios alejados de la gran ciudad por la carga emocional que conlleva.


Los males de la vida rural, como los chismes, acusaciones, situaciones de envidia e hipocresía moral, también se encuentran presentes en la novela. La mayor integración de los habitantes a una vida común, permite una mayor comunicación pero también una manera más directa de hacerse daño entre ellos. Es la manera de contrastar cualquier elemento de idealización del campo. Uno de los reparos que podría hacerse al libro, sin embargo, es el uso de ciertas imágenes que abusan del símil en su intención de dotar de un hálito poético a ciertos pasajes de la novela y que terminan causando el efecto contrario. Pero al margen de eso, Galveias es un notable intento por escapar de la narración de  la ciudad y sus males, para ahondar en las sociedades que si bien no se han contaminado en ese sentido, están en camino de hacerlo.


+Sobre el autor:

José Luis Peixoto (Galveias, Portugal, 1974) es uno de los autores más destacados de la literatura portuguesa contemporánea. Su obra ficcional y poética figura en decenas de antologías, ha sido traducida a más de veinte idiomas y es estudiada en diversas universidades tanto nacionales como extranjeras. En 2001, respaldado por la crítica y el público, fue galardonado con el Premio José Saramago por su novela Nadie nos mira. En 2007, Cementerio de pianos recibió el Premio Cálamo Otra Mirada, como mejor novela extranjera publicada en España y ha sido la que le ha dado mayor proyección internacional ya que se ha publicado en más de quince países. Su anterior novela, Libro, ganó el Premio Libro de Europa, otorgado en Italia a la mejor novela europea. Sus obras han sido finalistas a varios premios internacionales como Femina (Francia), Impac Dublin (Irlanda) o el Portugal Telecom (Brasil). En poesía, su libro Gaveta de Papéis recibió el Premio Daniel Faria y A Criança em Ruínas, el Premio da Sociedade Portuguesa de Autores. En 2016, ha publicado Dentro del Secreto, un viaje por Corea del Norte, su primera incursión en la literatura de viajes. Además, Peixoto colabora en diversas publicaciones nacionales y extranjeras.

Si quieres saber más, visita su web: www.joseluispeixoto.net/


(Una versión de este texto aparece en el portal web Punto y Coma)