"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


viernes, 5 de octubre de 2012

Reflexiones en el cementerio

Can you tell a green field
From a cold steel rail?

Cementerio. Una palabra para designar un terreno donde están enterrados más que simples cuerpos inertes. Yacen sentimientos y recuerdos que brotan de lo más profundo de nuestro espíritu cada vez que pisamos la tierra enlodazada, mezclada con restos de piedras y hierba mal puesta. Uno viene a castigarse a si mismo, a redimir culpas, a darle cuerda a la nostalgia, a escarbar tristezas y alegrías. Los cuerpos encerrados ahora en ataúdes solían ser personas relacionadas con nosotros en diversas formas, entrando y saliendo de nuestras biografías. Mientras eran parte de lo cotidiano en nuestra vida, no nos preocupábamos mucho de celebrar su presencia.Era algo habitual, un status quo que creíamos no se alteraría.Una realidad inamovible. Por ello, es tan intrigante el cuestionarse las razones del porqué nos han sido arrebatados,el porqué la estremecedora figura de la transición hacia la muerte la tenemos que vivir a través de la desaparición de otros y el porqué en la lotería de la vida son justamente ellos, los que no están ahora, sentados a nuestro lado, alistándose para darnos un abrazo o solo esbozar un gesto cariñoso en su rostro para llenar de calidez los ambientes lúgubres en los que nos encontramos y son parte de nuestro nuevo hábitat.

Escribo este texto un jueves por la tarde. He venido aquí buscando tranquilidad , la inspiración que tal vez necesito.La pausa para contrarrestar mi vida, que cada vez se pone más agitada. Pero sé que es solo un pretexto, una pantalla. Detrás de mi incipiente madurez hay todavía un sinfín de preguntas que hacerle a mi abuelo, y que yo mismo tendré que responder. Y así como yo, son varios los que practican este ejercicio en paralelo, al lado de estas tumbas. Unos se encuentran mirando las lápidas, leyendo los nombres y las fechas sin encontrarle sentido a todo ello.Otros a hablarles, a dialogar, a hacer un soliloquio en busca de exteriorizar la soledad en la que se encuentran sumidos desde que partieron. Hay señores que colocan flores regadas con sus lágrimas . Señoras que colocan molinetes para distraer a los niños, los cuales, desinteresados profundamente por cuestionar las razones de su presencia aquí,deciden correr y dar brincos por los alrededores, jugando con globos o amigos de turno.Son la alegría que contrasta con los sollozos de varios ancianos, que han llegado hasta acá.  Son los que mas temprano vienen y los que mas tarde se van.


A unos cincuenta metros hay un entierro. Los más próximos a la tumba están viviendo un dolor indescriptible y para nada envidiable, aguardando el chocante momento en que la primera porción de tierra cubra el ataúd Los amigos sienten un nudo en la garganta por el camarada que se pierde. La amiga que ya no dialogará con nosotros.El/La amante que ya no será nuestro cómplice.El abuelo que se va. El padre que se pierde. La madre a la que no queremos dejar partir. Más atrás están los conocidos, guardando las formas, fingiendo compartir un dolor que no viven.En la pena estoy sumido,hermano. Mi mas sentido pésame, comadre. Hay que ser fuertes,cuñado.Hay que decir palabras que no tienen un origen honesto. Quedar bien y no perder la compostura. La imagen es una señal muy poderosa. Guardar las formas es la consigna.

A diario se vive escenas como la antes descrita, con mayor o menos intensidad. Nos absorbemos tanto dentro de ellas que por un momento las convertimos en un mundo particular y solo de nosotros, donde no importa la presencia de terceros,algunos tan ajenos como el cura que paporretea el mismo texto del Evangelio,el chico con la lampa entre sus manos que se encuentra en un tedio terrible y quiere largarse rápido o jóvenes curiosos e impertinentes con lápiz y cuaderno a la mano, sentados en una banca cercana, inmiscuyéndose en escenas intimas que no les pertenecen.

Cuando recién murió mi abuelo, venía seguido con mis padres y mis tíos. Los miraba y me preguntaba, porqué tenemos que estar aqui. Podemos rezarles a los muertos desde nuestras casas, en una iglesia. Total, ya no son parte de este mundo.Las visitas se hicieron más esporádicas. Incluso hubo un periodo de casi un año en el que no pisé este gramado. Pero ahora ya superada mi niñez, comprendo algo del sentido de todo este ritual. No venimos con la esperanza de que estén allá abajo vivos. Venimos por que sus restos nos pertenecen de una u otra forma.Son mas que residuos corpóreos . Es lo que nos asegura que su recuerdo no ha sido olvidado ni borrado. Aprendemos que no solo están vivos en nuestra memoria cuando estamos en problemas , sino cuando queremos agradecer aquel gesto o hecho que nos hizo lo que somos. Venimos a sentirnos en paz con nosotros, estando en paz con ellos. El escritor alemán Gunter Grass dijo una vez:

" Los cementerios siempre han tenido un atractivo para mí. Ellos están bien mantenidos, libres de ambigüedad, lógicos, viriles, y vivos".

Si me lo cruzara por la calle, le estrecharía la mano y le diría que tiene mucha razón. El mundo donde están los muertos es a veces mas interesante que el habitado por los vivos,muchas veces. ¿Si o no abuelo?