"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


domingo, 6 de marzo de 2016

“Cicatriz” de Sara Mesa


Anagrama, 2015, 200 pp.

En un texto que hice tras la lectura de Cuatro por cuatro (Anagrama, 2012), expresé que Sara Mesa era una autora de primera línea. Cicatriz, aplaudida por la crítica en general y seleccionada por diversos medios como una de las mejores publicaciones del 2015, no hace más que cumplir con las altas expectativas que tenía, superándolas incluso. Una novela que explora aspectos de nuestra contemporaneidad al que muchos narradores de su generación miran por encima del hombro, la mayoría más preocupada en elaborar textos que no arriesgan nada amparándose en la repetición de viejas fórmulas anquilosadas como si el mundo no hubiese cambiado en décadas. Mesa en contrapartida, construye una narrativa que permite cuestionar el mundo presente. Elabora ficciones que ahondan en las obsesiones y preocupaciones del hombre actual, y la sociedad de la que forma parte.  Universos literarios donde palabras como consumo, poder  o fetichismo han llegado a constituir parte importante de la vida cotidiana. ¿Acaso fenómenos como el internet o la hegemonía indiscutible del capitalismo no han alterado el mundo? Sí, lo han hecho. El reto que asumió Mesa fue el de representar en la ficción cómo estas alteraciones afectan al individuo común. La manera en que altera su forma de vincularse y pensar con sus pares además de los males que se derivan de estas nuevas conexiones. Las nuevas formas de poder que operan en nuestro inconsciente. Formas de poder económicas.

Todos los que argumentan que estas multinacionales son las representantes del capitalismo más atroz son los mismos que engullen sus hamburguesas y sus capuchinos en vasos de cartón, salen y acto seguido comienzan a vociferar consignas pacifistas. A cualquiera de ellos, si le robas el móvil se pondrá a gritarte, te golpeará y si me apuras le parecerá bien hasta que te torturen en la comisaría. Písale a uno de ellos, verás como le duele más el pisotón que todos los niños del mundo mutilados por bombas de racimo. A él mismo, admite, le mortifica mucho más la suciedad en las calles que la existencia de armas nucleares. La escala de sus preocupaciones comienza en lo individual y, allá a lo lejos, termina en lo colectivo.(págs. 56-57)

El párrafo anterior, expresado por el personaje de Knut, muestra lo que anteriormente mencionaba. Desentrañar el capitalismo de nuestros días va más allá de mencionar unas cuantas multinacionales. Implica una forma de pensar que se puede rastrear hasta los textos de Adam Smith hace ya algunos siglos. En La teoría de los sentimientos morales, ya se vislumbraba este mundo donde la individualidad y el egoísmo presentes en su idea de la simpatía inherente al hombre iban a asumir una relevancia cada vez más grande, al punto de transformarse en la piedra angular sobre la cual basamos las decisiones que tomamos día a día, preguntándonos siempre cuál va a ser el beneficio neto de nuestros actos y de ahí recién, el cómo afectarían a los demás. Las acciones no revelan todas las intenciones de quien la realiza. O por lo menos existe una duda de que uno lo haga. La desconfianza es un mecanismo de defensa que surge naturalmente en consecuencia.

En Cicatriz, el internet también tiene un protagonismo elocuente. Es la red donde nace el nexo entre los dos protagonistas, Sonia y Knut. El espacio donde Sonia termina buscando una forma de escape al agobio de su tediosa realidad:

Encuentra en internet horas de distracción y juego, sobre todo en los chats, a los que muchos están empezando a aficionarse en esa época: diálogos, discusiones, mascaradas, un entretenimiento estimulante que le permite coger aire y ampliar las dimensiones de la sala (pág. 14)

Pero más allá del ocio, el internet termina por conformar una comunidad a la cual Sonia se adhiere. Gente que encuentra un refugio por las infinitas posibilidades de reinvención que se le permite. Una red donde la falsedad y el engaño son monedas corrientes, brindando la posibilidad de proyectar anhelos y deseos soterrados que de otra forma no podrían manifestarse. El anonimato es la clave de todo ello, deshumanizando y haciendo que uno termine por dudar entre qué es lo real y qué es lo ficticio.  Y no sólo ello, sino que se difuminan las fronteras entre lo público y lo privado. ¿Hasta qué punto somos conscientes  de que tenemos un control sólo en apariencia sobre lo que mostramos? ¿Nos sigue perteneciendo aquello que compartimos en las redes sociales?

La mentira es esencial porque la verdad es incomunicante (pág. 157)

Y es el personaje de Knut quien con sus mensajes, va dejando estas ideas sueltas. Rompe con la monotonía a la que ha ido a parar la vida de Sonia. Primero presentándose como alguien inofensivo, a quien ella conoce en un foro literario y al cual le deposita su confianza, para terminar convirtiéndose en el principal causante de las dudas que empiezan a acosarla.  Dudas que empiezan cuando él le empieza a regalar los objetos que roba a cambio de que ella le siga brindando atención. Esto último es determinante, pues Sonia al responder a Knut, lo hace existir en el sentido que tiene que estar imaginándoselo de manera continua. Los objetos que llegan a la casa de Sonia no son más que el precio que Knut paga para que el personaje que él representa para ella, no desaparezca. La ropa, libros y perfumes robados son los bienes con los que Knut va adquiriendo poder sobre ella, haciendo que paulatinamente estos concentren toda la atención de Sonia y sean el punto gravitante sobre el cual gira su atención día a día, incluso destruyendo las relaciones que entable con otras personas. Lo curioso es que estos bienes no son propiedad de Knut originalmente. Solo hace que estos transiten de dueño, logrando poder en el camino.

Escapar del sistema burgués pasa en primer lugar por escapar del paradigma de la propiedad. ¿A quién pertenecen los bienes? ¿Quién tiene derecho a poseerlos o incluso a exigir su posesión? (pág. 92)

Es así que el poder se gana con el comercio de los bienes y recae sobre quien los distribuye, no en quien los produce. Knut se convierte así en la única figura de autoridad de la vida de Sonia, el que mueve los hilos de sus actos. Vuelven los ecos del control total, que Mesa ya había explorado en Cuatro por cuatro,  sólo que ahora es más clara la relación con las fuerzas del comercio y las finanzas, aquellos mundos que la mayoría de la sociedades desconoce cómo funcionan realmente, pero que terminan controlando aspectos importantes de sus vidas.  


Busquen y lean este libro.


+Sobre la autora:




(Madrid, 1976) desde niña reside en Sevilla. Ha publicado las novelas Un incendio invisible (Premio Málaga de Novela) y El trepanador de cerebros y Cicatriz (Finalista del Premio Herrald), y los libros de relatos No es fácil ser verde y La sobriedad del galápago. Con su poemario Este jilguero agenda ganó el Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández en 2007.






(Una versión de este texto aparece en el portal Punto y Coma)

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