 En un texto que hice tras la
lectura de Cuatro por cuatro (Anagrama,
2012), expresé que Sara Mesa era una autora de primera línea. Cicatriz, aplaudida por la crítica en
general y seleccionada por diversos medios como una de las mejores
publicaciones del 2015, no hace más que cumplir con las altas expectativas que
tenía, superándolas incluso. Una novela que explora aspectos de nuestra
contemporaneidad al que muchos narradores de su generación miran por encima del
hombro, la mayoría más preocupada en elaborar textos que no arriesgan nada
amparándose en la repetición de viejas fórmulas anquilosadas como si el mundo
no hubiese cambiado en décadas. Mesa en contrapartida, construye una narrativa
que permite cuestionar el mundo presente. Elabora ficciones que ahondan en las
obsesiones y preocupaciones del hombre actual, y la sociedad de la que forma
parte.  Universos literarios donde
palabras como consumo, poder  o fetichismo
han llegado a constituir parte importante de la vida cotidiana. ¿Acaso fenómenos
como el internet o la hegemonía indiscutible del capitalismo no han alterado el
mundo? Sí, lo han hecho. El reto que asumió Mesa fue el de representar en la
ficción cómo estas alteraciones afectan al individuo común. La manera en que
altera su forma de vincularse y pensar con sus pares además de los males que se
derivan de estas nuevas conexiones. Las nuevas formas de poder que operan en
nuestro inconsciente. Formas de poder económicas.
En un texto que hice tras la
lectura de Cuatro por cuatro (Anagrama,
2012), expresé que Sara Mesa era una autora de primera línea. Cicatriz, aplaudida por la crítica en
general y seleccionada por diversos medios como una de las mejores
publicaciones del 2015, no hace más que cumplir con las altas expectativas que
tenía, superándolas incluso. Una novela que explora aspectos de nuestra
contemporaneidad al que muchos narradores de su generación miran por encima del
hombro, la mayoría más preocupada en elaborar textos que no arriesgan nada
amparándose en la repetición de viejas fórmulas anquilosadas como si el mundo
no hubiese cambiado en décadas. Mesa en contrapartida, construye una narrativa
que permite cuestionar el mundo presente. Elabora ficciones que ahondan en las
obsesiones y preocupaciones del hombre actual, y la sociedad de la que forma
parte.  Universos literarios donde
palabras como consumo, poder  o fetichismo
han llegado a constituir parte importante de la vida cotidiana. ¿Acaso fenómenos
como el internet o la hegemonía indiscutible del capitalismo no han alterado el
mundo? Sí, lo han hecho. El reto que asumió Mesa fue el de representar en la
ficción cómo estas alteraciones afectan al individuo común. La manera en que
altera su forma de vincularse y pensar con sus pares además de los males que se
derivan de estas nuevas conexiones. Las nuevas formas de poder que operan en
nuestro inconsciente. Formas de poder económicas. "Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra
"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet
"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki
domingo, 6 de marzo de 2016
“Cicatriz” de Sara Mesa
 En un texto que hice tras la
lectura de Cuatro por cuatro (Anagrama,
2012), expresé que Sara Mesa era una autora de primera línea. Cicatriz, aplaudida por la crítica en
general y seleccionada por diversos medios como una de las mejores
publicaciones del 2015, no hace más que cumplir con las altas expectativas que
tenía, superándolas incluso. Una novela que explora aspectos de nuestra
contemporaneidad al que muchos narradores de su generación miran por encima del
hombro, la mayoría más preocupada en elaborar textos que no arriesgan nada
amparándose en la repetición de viejas fórmulas anquilosadas como si el mundo
no hubiese cambiado en décadas. Mesa en contrapartida, construye una narrativa
que permite cuestionar el mundo presente. Elabora ficciones que ahondan en las
obsesiones y preocupaciones del hombre actual, y la sociedad de la que forma
parte.  Universos literarios donde
palabras como consumo, poder  o fetichismo
han llegado a constituir parte importante de la vida cotidiana. ¿Acaso fenómenos
como el internet o la hegemonía indiscutible del capitalismo no han alterado el
mundo? Sí, lo han hecho. El reto que asumió Mesa fue el de representar en la
ficción cómo estas alteraciones afectan al individuo común. La manera en que
altera su forma de vincularse y pensar con sus pares además de los males que se
derivan de estas nuevas conexiones. Las nuevas formas de poder que operan en
nuestro inconsciente. Formas de poder económicas.
En un texto que hice tras la
lectura de Cuatro por cuatro (Anagrama,
2012), expresé que Sara Mesa era una autora de primera línea. Cicatriz, aplaudida por la crítica en
general y seleccionada por diversos medios como una de las mejores
publicaciones del 2015, no hace más que cumplir con las altas expectativas que
tenía, superándolas incluso. Una novela que explora aspectos de nuestra
contemporaneidad al que muchos narradores de su generación miran por encima del
hombro, la mayoría más preocupada en elaborar textos que no arriesgan nada
amparándose en la repetición de viejas fórmulas anquilosadas como si el mundo
no hubiese cambiado en décadas. Mesa en contrapartida, construye una narrativa
que permite cuestionar el mundo presente. Elabora ficciones que ahondan en las
obsesiones y preocupaciones del hombre actual, y la sociedad de la que forma
parte.  Universos literarios donde
palabras como consumo, poder  o fetichismo
han llegado a constituir parte importante de la vida cotidiana. ¿Acaso fenómenos
como el internet o la hegemonía indiscutible del capitalismo no han alterado el
mundo? Sí, lo han hecho. El reto que asumió Mesa fue el de representar en la
ficción cómo estas alteraciones afectan al individuo común. La manera en que
altera su forma de vincularse y pensar con sus pares además de los males que se
derivan de estas nuevas conexiones. Las nuevas formas de poder que operan en
nuestro inconsciente. Formas de poder económicas. 
 
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