Literatura Random House. 220 páginas
Oscilando
entre el horror y la algarabía, siempre bajo la amenaza de una muerte que no
reconoce justicia alguna, la ópera prima
de Caputo es una notable novela sobre la conmovedora relación entre un padre y
un hijo en las olvidadas calles de un barrio al borde del mar, desde la mirada
de este último, en lo que puede considerarse un extenso mensaje de amor filial.
Dos seres que se oponen a un sistema que puede ser cruel y asfixiante, sobre
todo porque no tiene una estructura identificable: un monstruo de mil cabezas.
Quiero
subrayar primero ese elemento persistente en toda la novela, que es la búsqueda
por sobrevivir. Sobrevivir económicamente. Es la falta de dinero el factor desencadenante de las penurias por las
que tienen que pasar ambos protagonistas:
Así vivíamos, mi padre y yo (…), no del todo
tranquilos por nuestro ciclo de escasez: cada vez que empezaba a vaciarse la
despensa (huevos era lo que más comíamos); cada vez que los billetes sed
volvían monedas y las monedas, menos monedas: cada vez que empeñábamos un
mueble, ropa, utensilios domésticos, mi padre dejaba de dormir, y se quedaba
así, varias noches, hasta que ideaba un plan para recuperar nuestras cosas,
convertir las monedas en billetes y llenar la despensa. (Pág. 23)
Es
así, que el padre, en ese afán de sobrevivir y arrancar a su hijo de las garras
de la muerte, emprende negocios que entre lo ridículo y lo tierno, le permiten hallar
la fuerza necesaria para no perderse. Caputo lograr retratar dicha lucha con
originalidad y sin caer en el maniqueísmo, lo cual ya es de por sí destacable,
sobre todo por el otro tema de la novela que es la homosexualidad y su
represión.
No
es casualidad que la mayor parte de las acciones en la novela ocurran de noche.
Es durante dichas horas cuando la oscuridad permite tanto la desinhibición
total como la exacerbación de los miedos. Uno de los mayores logros de Caputo
es el haber podido narrar la búsqueda de compañía y afecto en nuestros tiempos.
La necesidad de conectarse con alguien, para lo cual la tecnología de nuestros
días brinda recursos que facilitan el encuentro, pero no garantizan
necesariamente la perdurabilidad ni la construcción de una relación sólida. La
adicción al placer que otorga el sexo casual, lo cual no necesariamente implica
abandonar la sensación de soledad. En Un
mundo huérfano hay fiestas y orgías, encuentros fugaces tanto físicos como
virtuales (a través de una web llamada La
Ruleta, que podría considerarse una mezcla de Snapchat
y Tinder). Eventos que son la respuesta además a una intolerancia que se
manifiesta de manera contundente en una macabra escena de matanza, cuya
violencia se puede sintetizar en el devastador mensaje que dejan los asesinos
sin rostro al final de su acto: “Sigan
bailando mariposas”. El horror representado como la desaparición de una
mariposa: la anulación de la belleza y la alegría.
Esta
es una novela que trasciende la categoría de “novela queer”. Conjugando ese nexo entre la belleza y la muerte presente
en Salón de belleza de Bellatin y el eclecticismo de Sudor de Fuguet (de aparición reciente cierto, pero un libro que puedo hermanar con esta novela), Caputo brinda una buena carta de
presentación que, como dice Castellanos Moya en la contratapa, conmueve.
+Sobre el autor:
Giuseppe Caputo nació en Barranquilla en 1982. Estudió Escritura Creativa en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Iowa, donde además se especializó en estudios queer y de género.
(Una versión de este texto aparece en el portal web Punto y Coma)
ME PARECE ESTUPENDO, LENGUAJE CLARO, LLENO DE RAZONES REALES A UN MUNDO QUE ESTA SIN VALORES. Y LA RELACION ENTRE PADRE E HIJO FRENTE A LA ADVERSIDAD Y LA LECCION QUE LE DEJA.
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