"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


martes, 11 de octubre de 2016

"Racimo" de Diego Zúñiga

Literatura Random House. 256 páginas

¿Quién dictamina la versión “oficial” de una historia? ¿Qué se busca obtener con ella? ¿Es posible cuestionarla? La segunda novela del autor chileno Diego Zúñiga (Iquique, 1987) comienza con una niña pidiendo aventón para ir a la escuela a un lado de la carretera, vulnerable y expuesta a toda clase de peligros. En el pueblo de Alto Hospicio, Torres Leiva, el nuevo fotógrafo del diario local  recién llegado de Santiago, se topará con esta realidad y con la historia de unas niñas desaparecidas hace años, en la que se involucrará de manera directa. Cuando una de ellas aparezca, violada y moribunda, vagando al costado de la carretera, comenzará a investigar la historia de estas niñas, que es solo la punta del iceberg de un crimen muchísimo más grande y estructural.

Racimo describe una ciudad en medio del desierto, subordinada a los designios de la religión y la política. Por un lado destacan los fanáticos religiosos obsesionados con la idea de “salvarse”, como García, el periodista y compañero de Torres Leiva, más preocupado por escribir un libro que  muestre el lado más morboso de la historia de las niñas  que de indagar quiénes son los verdaderos artífices de la desaparición. Y por el otro, los familiares de los desaparecidos, sedientos de justicia y desamparados frente a la inacción de unas autoridades, a las que no les conviene que se resuelva ese caso, sólo que se cierre antes de que empiece a salpicar la verdad por todos lados, o en todo caso, hasta extraer el mayor provecho personal posible del mismo, como lo hace el diputado Mamani.

A lo anterior se suma una prensa interesada en vender o darle cabida a “tragedias a gran escala”, como los atentados del 11 de setiembre (la novela se desarrolla durante el 2001), antes que prestarle atención a un problema cercano. Zúñiga reúne todos los elementos anteriores con eficiencia, para interrogarse quién impone los temas que se debaten en una sociedad, y cuáles son los intereses detrás de ellos.  Es el poder hegemónico de la información: de implantarla y manejarla a su antojo.

El tiempo presente en que está narrado la novela es un recurso que el autor usa no solo para involucrar al lector como un investigador más en esta historia, sino para decirnos que estos abusos siguen ocurriendo, y peor aún, van a seguir sucediendo porque es algo sistemático con males enquistados como la corrupción, la impunidad, el abuso de menores, la inacción gubernamental o el lucro con el morbo de las víctimas. Es así que cada individuo se vuelve un elemento prescindible dentro de este esquema que deforma la “historia oficial” a su conveniencia. No importa si se detiene un culpable o desaparecen unas niñas, pues la estructura del mal que muestra Zúñiga admite este tipo de eventos, expandiendo su alcance a todas las esferas sociales. Racimo se convierte así en una desoladora novela de horror donde ningún misterio termina por resolverse del todo y la justicia, más allá de tardar, nunca llega.

+ Sobre el autor:

Diego Zúñiga (Iquique, 1987) es periodista. Ha publicado las novelas Camanchaca (La Calabaza del Diablo, 2009; Literatura Random House, 2012), traducida al italiano y al francés, y Racimo (Literatura Random House, 2014), y el libro sobre fútbol Soy de Católica (Lolita Editores, 2014). Es miembro de la editorial Montacerdos y escribe, semanalmente, en revista Qué Pasa.





(Una versíón de este texto aparece en el portal web "Punto y Coma")

2 comentarios:

  1. Hola. Casualmente leo tu reseña porque estaba indagando en cuál evento se encuentra Diego Zúñiga en Bogotá. ¿De casualidad sabes? Soy Mariana Serrano, profesora de literatura (U. Nacional, U. Javeriana) y me interesa la literatura chilena. Te agradecería si tienes alguna información.

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    1. Hola, Mariana. Gracias por leer mi reseña. Solo tengo entendido que Diego Zúñiga se presenta en estos días en Lima por el Festival de la Palabra organizado por la PUCP y en la Feria de Libro Ricardo Palma. La verdad no sé si tenga programado alguna actividad en tierras colombianas. Si por ahí me entero de algo, lo pongo por acá. Saludos.

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