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| Casa de América |
"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra
"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet
"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki
lunes, 24 de septiembre de 2018
[Entrevista] Juan Manuel Robles: "Los excesos tecnológicos nos terminarán confundiendo"
lunes, 17 de septiembre de 2018
Reseña: “Memorias de una osa polar” de Yoko Tawada
domingo, 19 de agosto de 2018
Reseña: “Ámok” de Giacomo Roncagliolo
Era difícil encontrar, al menos
dentro de lo que he venido leyendo en los últimos años en narrativa peruana, una
historia que tenga la atmósfera de las películas de carretera de clase B, sin
localización definida y en las que no se encuentra una ansiosa necesidad de moralizar.
Roncagliolo nos presenta a X, un protagonista cuyas deficiencias para recordar su
pasado de manera fiable lo hacen alguien atractivo para ser un ámok con el que se identifica a una nueva especie de forajidos
responsables de crímenes en una sociedad sin rumbo, perdida como el
protagonista, quien llevado por una inercia bien esbozada se deja llevar por los
mandatos de las personas que forman parte de su nuevo círculo, motivado por su
afán de pertenecer a un colectivo luego de abandonar a Nía, antigua pareja y cable a tierra.(Texto publicado originalmente en el portal web "Punto y Coma")
jueves, 9 de agosto de 2018
[Entrevista] Carlos Torres Rotondo : “La crítica directa al sistema, en general, estuvo ausente”
jueves, 2 de agosto de 2018
[Entrevista] Arelis Uribe: “El arte siempre surge de una inquietud personal”
Al escribir desde la
disconformidad con muchas cosas, uno corre el peligro de quedarse estancado solo
en sus buenas intenciones. Arelis Uribe,
joven periodista chilena, enfrentó ese riesgo con “Quiltras” (Los libros de la Mujer
Rota, 2016) , entregándonos unos relatos en los que el valor literario se
percibe de buena manera haciendo posible que no sean pocos los lectores y
lectoras quienes se hayan identificado con dichas historias. Como demostración
están las sucesivas ediciones que ha tenido el libro, que se hizo acreedor además
del Premio a la Mejor Obra Publicada en 2017, categoría cuento. Arelis ya había
resultado finalista del concurso de cuentos de la revista Paula y ganado el concurso Santiago en 100 palabras
con el cuento “Lionel”. La intención era conversar sobre dicho libro, pero la
entrevista se terminó extendiendo lo cual siempre es un imprevisto que se agradece.sábado, 28 de julio de 2018
[Entrevista] Marcos Giralt Torrente: ““Cada vez hay más formas de concebir el matrimonio””
| Foto: Anagrama Editorial |
Reseña: “Días laborables” de Diego Otero
sábado, 14 de julio de 2018
Reseña: “República luminosa” de Andrés Barba
(Texto publicado originalmente en el portal "Punto y Coma")
lunes, 9 de julio de 2018
Reseña: “La reunificación de las dos Coreas”
domingo, 20 de mayo de 2018
Reseña: "Moronga" de Horacio Castellanos Moya
Si uno busca reseñas sobre las novelas de Horacio Castellanos Moya (Honduras, 1957) notará que la mayoría lo asocia exclusivamente al tema de “La Memoria” y lo describe como un narrador enfocado solo en los estragos de las guerras que asolaron Centroamérica durante décadas pasadas. Y si bien, sus ficciones se contextualizan en dicho marco, Castellanos Moya ha ahondado en libros pasados sobre otros tópicos como la represión de las pasiones y consecuentes efectos nefastos como la frustración sexual o una embriaguez desenfrenada, y sobre la violencia como modus operandi perpetuo e irrefrenable, más allá de los conflictos nacionales. “Moronga”, su novela más extensa hasta el momento canaliza estos ejes bajo la atmósfera de paranoia y psique alterada propia de nuestros tiempos, logrando una de sus mejores entregas literarias.
Castellanos Moya recupera las personalidades y voces de los personajes de “La sirvienta y el luchador” y “El sueño del retorno” para elaborar una ficción caracterizada por los contrastes. José Zeledón ya no es el joven idealista y rebelde de la década del ochenta y ahora solo intenta adaptarse a la vida de una pequeña ciudad universitaria enclavada en Estados Unidos, manteniendo una rutina en la que falta de sorpresas representa un peligro acechante, no menor a la percepción de sentirse vigilado y controlado en todo instante, incluso fuera del ámbito laboral, y en las que las líneas entre ser víctima y victimario se difuminan de forma permanente si es que uno recibe una cuota mínima de poder, añadiéndosele la marca entre ser un extranjero útil para el engranaje económico con casi nula capacidad de subversión:

“La amabilidad de esta gente es curiosa: te meten el dedo en el culo y esperan que les des las gracias, que les aplaudas con comedimiento y que les digás que son muy buenas personas, que por favor te metan otro dedo.” (pág.24) / “los gringos no tienen amigos: “Te usan y cuando ya no les servís, te dan una patada en el culo.” (pág. 44)
Avanzan las páginas y Zeledón va hundiéndose en esa lucha interna por sentirse útil para una causa, esperando ese aviso de sus antiguos camaradas para volver a la acción así no haya una causa válida para luchar como antaño. Castellanos Moya esboza muy bien su narración con descripciones cortas propias de un pasado en la guerrilla, enfoque en los hechos y una buena descripción del declive de Zeledón, en contraste con las digresiones y reflexiones , por ratos humorísticas, de Erasmo Aragón, profesor universitario, quien no podrá enfocarse de manera exclusiva a su misión de investigar los secretos detrás de las actividades políticas del poeta salvadoreño Roque Dalton con la CIA, debido a la pulsión sexual incontrolable que le provoca una misteriosa mujer cuyas verdaderas intenciones e identidad trata de desentrañar, mientras enfrenta a una “diabólica” niña cuyas ficciones pueden destruir en un santiamén la vida de un hombre, insertándose en el fuego del debate en torno al valor y credibilidad de una denuncia en estos tiempos de redes sociales.
Es asi que en “Moronga” la angustia de ambos personajes no se encuentra en lidiar con el pasado sino con los desafíos que plantea el presente cuando la posibilidad de insertarse a un sistema se hace cada vez más difícil y vital para sobrevivir ,y la intimidad se va convirtiendo en un concepto cada vez más limitado y cuestionado con una hipervigilancia capaz de alterar las relaciones humanas, comenzando por las sexuales aludidas desde el título, las cuales se ven amenazadas por la sombra del fracaso y la frustración. La primera derrota es sexual parece decirnos Castellanos Moya, quien con esta novela ha retornado a la narrativa a lo grande.
sábado, 5 de mayo de 2018
[Entrevista] Laura Fernández: “Cuando escribo quiero sentirme libre”
Uno de los libros más comentados y elogiados del último año fue Connerland (Literatura Random House) de Laura Fernández (Terrassa, 1981) Una novela que mezca sci-fi , humor y una crítica paródica de los círculos literaios, sirviendo además de homenaje a los escritores te cambian la vida, con una imaginación digna de elogiar



