Ediciones B. 2017.
272 pp. S/.86
La única chica en una obra de
fantasía de puros hombres. Princesa intergaláctica, líder de la Rebelión y
heredera de una dinastía maldita. El sueño erótico de millones de hombres por décadas
pero también la heroína inteligente, atrevida, independiente, valiente,
inspiradora e irreverente, distinta para lo que se tenía acostumbrado a ver en
la pantalla grande cuando apareció. Esa era Leia Organa, el personaje a quien
Carrie Fisher (1956-2016) dio vida en cuatro películas. Un papel que la
definiría y del que nunca se podría
librar, para bien o para mal, tal como cuenta en sus memorias y diarios
recogidos en este buen libro.

¿Quién era Carrie Fisher antes de
comenzar el rodaje en 1976 del Episodio
IV?. Hija de dos estrellas del mundo del espectáculo, que se apagaban justo
cuando ella comenzaba a dar sus primeros pasos, Fisher estuvo ligada desde sus
primeros días al lado más oscuro y sórdido de Hollywood. Su padre, el cantante Eddie Fisher, fue una
presencia casi nula durante su infancia debido a su adicción a las drogas y su
escandaloso amorío con Elizabeth Taylor, principal causa de su divorcio con
Debbie Reynolds quien veía cómo su fama se desvanecía mientras se encargaba de
criar a sus dos hijos, cada día más excéntrica y perturbada. Y aun siendo
testigo de esa debacle, o tal vez por eso mismo, Carrie entró a formar parte de
dicha industria a los diecisiete años con un papel en la película Shampoo, tal vez no tan importante para la película en
sí, pero suficiente para conocer de primera mano el machismo y la arrogancia de
Warren Beatty, y como los equipos de filmación se sometían por completo a los
deseos de actores como él. La revolución feminista era algo extraño en el cine
por esos días, desentendiéndose de los cambios sociales que ya se estaban
gestando (una situación que ha cambiado poco o nada según lo que se aprecia en
el panorama actual). Luego de ello, decidiría partir a estudiar a Londres,
alejada de tierras norteamericanas. Su vida parecía cambiar de rumbo hasta que
llegó al cásting con George Lucas.
Lo más interesante de la
narración del detrás de cámara de la primera cinta de Star Wars, es como Fisher
se tuvo que relacionar en un grupo de predominancia masculina. Las únicas
mujeres además de ella, eran las del área de maquillaje. Todas sometidas a los
designios de ellos. “Cómo sin duda os
habréis percatado, si tienes un pene y un empleo, ser guapo es una bonificación
fantástica pero no una necesidad”(Pág. 87) El famoso peinado de Leia, por ejemplo. Icónico
para nosotros, tortuoso para Fisher, fue una de las tantas cuestiones que tuvo que acatar sin poner peros, temerosa de
quedar mal invadida por una inseguridad propia de su juventud y personalidad.
Es en esos días cuando aparecerá el huracán Harrison Ford. Casado y con dos
hijos, el intérprete de Han Solo, se apropiaría de las ilusiones de la joven
Fisher en un amorío que siempre tuvo fecha de expiración, al menos para él. Es
en las páginas donde narra este amorío de
tres meses, que Fisher muestra sin pudor su vulnerabilidad y sensación de
desventaja en una relación desigual, en la que se entregó más de lo que hubiera
deseado, pero del que a pesar de todo, atesora pequeñas ráfagas de genuina
felicidad.Sus diarios de dicha época, recogidos sin alteraciones entre
las páginas 120 y 188, muestran los tormentos amorosos de una jovencísima
Fisher, el sometimiento a sus emociones, su pobre percepción de ella misma, el
miedo a decepcionar a los demás, su decisión de escribir como vía de escape a
la realidad y su desilusión por cómo anda su vida a pesar del éxito de la
película, terminan ganándose la complicidad del lector. Sin embargo, las mejores reflexiones
se dan en las páginas que les siguen.
Fisher no se contiene al hablar sobre
la exposición a los medios y las implicancias de ser parte de uno de los
repartos más trascendentales e importantes para la vida de millones de personas
alrededor del mundo. ¿Cuál es el límite para “venderse”? ¿Cuál es el real costo
de ser famoso o cuanto de ético queda al rentabilizar al máximo la fama? La
última parte de El diario de la princesa en
la que describe a los fanáticos que se le acercan y su adaptación a las
convenciones y requerimientos de autógrafos, fotos y selfies, es la más conmovedora y sarcástica a su vez. Gente a la que la saga de Lucas le cambió la vida
en muchos sentidos según confiesan a Fisher, quien a su vez se pregunta si
cuatro décadas después es posible distinguir entre la realidad y la ficción al
hablar de ella y su rol como la princesa de Alderaan. La respuesta en este
conmovedor libro no es clara y tal vez sea mejor así.
+Sobre la autora:
Carrie Fisher (1956-2016) fue una actriz mítica por su papel como princesa Leia Organa en la primera trilogía de Star Wars. Pero su brillante carrera incluyó muchas otras películas, entre ellas Shampoo, The Blues Brothers y Cuando Harry encontró a Sally. Como autora, escribió cinco novelas (una de ellas adaptada al cine con Shirley MacLaine y Meryl Streep como protagonistas) y dos libros de memorias. La experiencia de Fisher con las adicciones y las enfermedades mentales, y su disposición a hablar de ello, la convirtió en una solicitada conferenciante. El diario de la princesa es su último libro publicado.
(Una versión de este texto aparece en el portal web
Punto y Coma )